Fomento apremia a la Autoridad Portuaria a definir los futuros usos portuarios de las instalaciones y a contener el avance ciudadano a las actuales transversales del puerto.
El puerto de Valencia deberá aprobar su Plan de Utilización de Espacios Portuarios antes de finalizar las obras de la ampliación norte para incorporar todas las aguas abrigadas al dominio público portuario. Fomento está apremiando a la Autoridad Portuaria a definir los usos portuarios de las instalaciones y a contener el avance ciudadano
La Autoridad Portuaria de Valencia, que preside Rafael Aznar, deberá aprobar su Plan de Utilización de Espacios Portuarios (PUEP) antes de finalizar las obras de la ampliación norte, según han confirmado a este periódico fuentes del Ministerio de Fomento. El puerto de Valencia es uno de los únicos recintos portuarios españoles que aún no ha confeccionado este documento que debe validar en última instancia Fomento. La ejecución formal del plan está recogido en las leyes de puertos de 1992 y 2003, pero el puerto valenciano aún no lo ha publicado, pese al alto desarrollo de sus instalaciones en los últimos años.
En el documento se deben trazar los usos previstos para cada una de las diferentes zonas del puerto, la justificación y la necesidad de tales usos, “según criterios transparentes, objetivos, no discriminatorios y de fomento de la libre competencia en la prestación de los servicios”, según se señala en el artículo 96 de la actual Ley de Puertos. Para Fomento, el plan “resulta imprescindible” para delimitar la zona de dominio público portuario y desarrollar sin tensiones la ampliación de la infraestructura con el desarrollo de la ciudad en la nueva marina fruto de la Copa América de Vela y en la dársena interior.
En ambas zonas se ha realizado un concurso internacional de ideas, en el que tras un consenso entre la administración local y la dirección del puerto “se prevé una planificación ordenada de usos y un tratamiento armonizado de la fachada marítima”, según han señalado fuentes de la Autoridad Portuaria. Pese a este consenso local, Fomento, a través del organismo público Puertos del Estado, está apremiando a la Autoridad Portuaria a “clarificar la zona del balcón al mar” (ver imagen superior), ya que observa que el consistorio valenciano reclama “toda la franja del balcón al mar” y según Fomento, “sólo son municipales dos de los tinglados de la dársena” en virtud de un convenio firmado en los años noventa entre puerto y ayuntamiento.
Fomento estima que hay que contener el avance ciudadano “hasta las transversales del puerto” y “es importante tener el plan de utilización de espacios portuarios para incorporar la zona de aguas al dominio públicio portuario, porque ahora no es puerto”, matizando que “no podemos tener la frontera ciudadana del puerto movible porque produce inseguridad jurídica a los operadores que se vayan a instalar en los nuevos espacios de la ampliación norte”. Con la presentación del plan de usos, el puerto de Valencia “cumplirá todos sus deberes”, según se señala desde Fomento, que ha confirmado, por parte del Ministerio de Economía, la dotación de 74 millones de euros de fondos de cohesión para las obras de abrigo de la ampliación norte, que supondrán el 26 por ciento del coste de las obras licitadas el pasado mes de diciembre por el puerto de Valencia.
Desde Fomento se argumenta esta dotación de ayuda europea “para poder equilibrar la elevada deuda financiera de la entidad”, por encima de los 400 millones de euros, y a que “las tasas portuarias no se vean afectadas por el impacto de las obras de ampliación” que va a acometer el puerto valenciano en los próximos cuatro años.
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