La financiación del transporte a los clientes está originando graves tensiones de tesorería.
El puerto de Valencia demanda un sector transitario con mayor talla y más especializado que pueda salir de la crisis con una mayor competividad. Según un avance del plan de competitividad del sector transitario valenciano que está realizando el puerto y Ateia, la crisis redujo un 9% el volumen de negocio de las transitarias valencianas en 2009
El sector transitario valenciano, formado por las 84 empresas integradas en Ateia-Valencia, tanto locales como delegaciones, tuvo un fuerte descenso de actividad durante el pasado ejercicio, ya que de crecer un 11,44 por ciento entre 2005 y 2007 pasó a reducir su actividad en un 9 por ciento en 2009, según afirmó Juan Antonio Delgado, subdirector del puerto de Valencia. Delgado avanzó en el marco del congreso de Feteia, celebrado en mayo, las primeras conclusiones del plan de competitividad del sector transitario valenciano, que está elaborando el puerto y la patronal Ateia.
El plan de competitividad resalta la fuerte atomización del sector transitario valenciano. Sólo un 41 por ciento de las 84 empresas tienen más de 30 trabajadores, un 28 por ciento tienen entre 10 y 30 trabajadores y un 31 por ciento tienen menos de 10 trabajadores. Este déficit en su estructura empresarial le otorga, según Delgado, “un escaso poder de negociación, tensiones de tesorería, elevados índices de morosidad y problemas de competencia al tener que enfrentarse con multinacionales”. Otros problemas detectados son la competencia con las navieras, la rigidez de los servicios de aduanas e inspección, la falta de flexibilidad de la cadena y la escasa información en el seguimiento de los envíos.
Delgado destacó que el conjunto de los transitarios analizado “tienen escasa especialización, falta de innovación en modos como el ferrocarril o el short sea shipping y una notable desconfianza para afrontar fusiones y joint ventures”. El plan destaca el peso de los costes variables en la estructura empresarial, que suponen el 83 por ciento, si se incluyen suplidos, principalmente el transporte. Delgado matizó que “cuando el transitario financia estos costes al cliente, se pueden asumir riesgos considerables y generarse tensiones importantes de caja”. En los costes fijos destacan los costes de personal que representan el 72 por ciento.
El objetivo del plan de competitividad “es que los transitarios valencianos sean los líderes del sector en España”, según afirmó Delgado. El plan abordará una serie de líneas de actuación para mejorar el estado empresarial del sector, que concluirá con la elaboración de un manual de buenas prácticas para el sector. Según el Libro Blanco del sector transitario de TRANSPORTE XXI, las principales transitarias con central en Valencia registraron ventas de 400 millones de euros en 2008.
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