La consolidación de contenedores para ferrocarril es un nicho de negocio sin explorar por los operadores que mantienen su apuesta por la carretera ante su mayor eficiencia.
El puerto de Valencia reclama un papel más activo de los transitarios para lograr triplicar los trenes de contenedores a Madrid. La figura del consolidador de contenedores para ferrocarril es un nicho de negocio sin explorar para los operadores que mantienen su apuesta por la carretera ante su mayor eficiencia y un coste competitivo
El puerto de Valencia reclama un papel más activo y determinante por parte del colectivo transitario a la hora de poder involucrar a nuevos cargadores y compañías navieras en el desarrollo de mayor cuota para el tráfico ferroviario de mercancías con Madrid. El volumen actual del eje ferroviario está en el entorno de 70.000 TEUs anuales. En el transcurso de una jornada sobre “la logística al servicio de la competitividad”, celebrada el pasado 18 de mayo, Leandro García, Director de la Fundación Valenciaport, apuntó que el tren abre nichos de negocio para los transitarios como la consolidación de cargas por ferrocarril, ya que “es erróneo pensar que el ferrocarril sólo sirve para transportar unidades de carga completa”, matizando que esa interpretación “supone renunciar a una parte importante de la oferta y excluir del mercado ferroviario la figura del consolidador”.
García lanzó la reflexión de si actualmente los cargadores solicitan a sus operadores poder enviar cargas por ferrocarril, si existe presión del cargador al transitario para cotizar precios o si los propios transitarios se han dado cuenta del nicho de negocio que puede suponer la logística del grupaje ferroviario. En este sentido, García reconocía que pese a que “con la entrada del AVE el corredor Valencia-Madrid se ha liberado y ofrece más oportunidades, no se están aprovechando ni al 25 por ciento”, ya que no hay mayor oferta de servicios durante 2011.
El eje entre Madrid y Valencia mueve 19 millones de toneladas anuales, de las que 18 millones usan el camión y cuatro tienen como origen o destino el puerto valenciano. Las previsiones para 2020 apuntan a un tráfico de entre 25 y 42 millones de toneladas anuales, por lo que “la gran apuesta del ferrocarril” abre nuevas oportunidades de negocio. García afirma que en la actualidad “no hay problema de infraestructuras como mínimo para incrementar por tres el nivel de oferta actual de mercancías que hay circulando”, apuntando que fallan varios aspectos como “la falta de transparencia y discriminación en los servicios prestados por las terminales ferroviarias y que Renfe sigue siendo una barrera de entrada”.
El precio del transporte de un contenedor por carretera entre Valencia y Madrid está en una media de 700 euros ida y vuelta, 350 euros si se trata de carga convencional. El transporte ferroviario de un contenedor entre el puerto y su entrega en la puerta del cliente en Madrid tiene un coste medio de 293 euros, según Renfe, la manipulación en las dos terminales cuesta 54 euros, el tren supone 162 euros y el acarreo de la última milla unos 110 euros.
Dómine: “Renfe Mercancias tiene que ser privada”
La Generalitat Valenciana apuesta por unmodelo ferroviario lejos del actual operador Renfe Mercancías, que hasta ahora se ha revelado poco eficiente. Así de contundente se mostró el Director General de Transportes, Vicente Dómine, al afirmar que “ha llegado el momento de que RenfeMercancías sea una empresa privada”, matizando que el escenario de costes para 2020 se dispara para los cargadores “sin un ferrocarril eficiente ”.
Dómine criticó la política de Fomento en el corredor mediterráneo, afirmando que “no puede admitirse que no sepamos cuando vamos a tener una unión ferroviaria con Europa, vital para el mayor puerto del mediterráneo que es Valencia”, advirtiendo que “estamos hartos, el proyecto es decepcionante, ya que ni da soluciones en los tiempos ni dice que inversiones se van a hacer primero en el corredor”. Por su parte, Rafael Aznar, presidente del puerto de Valencia, apuntó que “hoy hay que poner el acento en la gestión, que es la que da vida omata a las infraestructuras”.