El descenso de los tráficos e ingresos no trastoca los vencimientos después de que las medidas de austeridad hayan reducido el apalancamiento por debajo de 600 millones.
El puerto de Valencia anuncia que va a ajustarse ‘a rajatabla’ cumpliendo un sólido plan de amortización de su deuda que se recortará en 100 millones en cinco años. La caída de tráficos no trastoca, de momento, los vencimientos después de que las medidas de austeridad hayan reducido el apalancamiento por debajo de 600 millones
La Autoridad Portuaria de Valencia ha anunciado que va a ajustar sus cuentas ‘cueste lo que cueste’. El gran objetivo del organismo, que preside Rafael Aznar, es cumplir íntegramente con el plan de amortización de su deuda para recortar la misma en más de 100 millones de euros en los próximos cinco años, de acuerdo al calendario financiero aprobado en su plan de empresa. El puerto no estima que la actual caída de tráficos de tránsito que se está produciendo, fruto del desvío en las operaciones de la naviera suiza MSC, pueda suponer una importante merma en los ingresos anuales de la Autoridad Portuaria, por lo que, de momento, no trastocará los vencimientos planificados en su plan de empresa acordado con el organismo público Puertos del Estado para los próximos años.
Aznar ha señalado que “vamos a seguir a rajatabla el plan de amortización de la deuda que funciona conforme a lo previsto”, matizando que “aunque las medidas de austeridad que emprendimos en el año 2009 han tenido sus buenos resultados, vamos a poner más presión y a incrementar el control sobre las medidas preventivas que tienen que ver con los gastos de explotación”. El organismo ha venido desarrollando una amplia política de austeridad en los últimos años después de que en 2011 el endeudamiento con entidades de crédito del puerto alcanzará su techo histórico, un total de 615 millones de euros, que suponía el más alto del sistema portuario español, fruto de la política inversora que está llevando a cabo el organismo en las radas de Sagunto, Valencia y Gandía.
Desde ese momento, la política de la entidad ha girado hacia la contención, de acuerdo a las instrucciones y la política de Puertos del Estado, instando a una mayor aminoración de la política inversora y de los gastos corrientes del puerto, mejorando así los flujos de caja. De esta forma, la política de contención de la Autoridad Portuaria hará que la deuda se posicione en 463 millones de euros en 2018, afianzando así el horizonte financiero de la entidad que prevé colocar su nivel de deuda por debajo de cien millones en 2030, eliminando en el escenario del año 2040 todo su actual apalancamiento bancario.
Aznar afirma que “hemos aportado mayor racionalidad inversora y dentro de esta etapa de expansión vamos a invertir en aquellas actuaciones que son directamente productivas”, explicando que “hicimos bien las cosas en el pasado, pero ahora vamos a introducir más racionalidad y mayor presión sobre las medidas de austeridad”, dentro de un entorno en el que los números económicos siguen siendo favorables.
El endeudamiento con entidades financieras de la Autoridad Portuaria de Valencia pasó de 109 millones en 2005 a la cifra de 615 millones de euros en 2011, la más alta de un puerto español en la historia del sistema portuario. La deuda tuvo este sensacional incremento por la necesidad de financiación de los nuevos proyectos de construcción de la Autoridad Portuaria, en especial, la segunda dársena del puerto de Sagunto y la ampliación norte de Valencia, ambas en comercialización. En 2012 el puerto amortizó deuda por 19 millones de euros y para el ejercicio 2013 tenía previsto amortizar otro 24 millones, terminando de pagar dos préstamos por valor de 31,5 millones suscritos con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que se suscribieron en el ejercicio 1998.
La Autoridad Portuaria mantiene vivos ocho préstamos con el BEI por valor de 323 millones y siete con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 291 millones. El vencimiento de los créditos oscila entre los años 2028 y 2034. El plan de pagos tiene previsto incrementar fuertemente las amortizaciones a partir del ejercicio 2015, pasando de los 23,3 y 22,8 millones de euros vencidos en los años 2013 y 2014 a los 27 millones que se prevén amortizar a partir de 2015, mientras que a partir de 2017 se volverá a aumentar a un ritmo de 30 millones anuales, de acuerdo a las previsiones que maneja la Autoridad Portuaria.
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