Cuando se cumplen 11 años desde su puesta en servicio, la dársena de Punta Langosteira se encuentra en un momento de plena expansión, que avala con datos la decidida apuesta de la entidad portuaria.
Los números avalan la apuesta de la Autoridad Portuaria de A Coruña por su expansión en Punta Langosteira, cuyos trabajos arrancaron en 2005. Desde su puesta en servicio, siete años después, el puerto exterior supera un movimiento acumulado de 20 millones de toneladas, cuenta con tráficos consolidados y proyecta una tendencia al crecimiento, que se mantendrá en los próximos años.
Los nuevos muelles, con una línea de atraque de 1.560 metros, una superficie terrestre total de 190 hectáreas y calados de entre 22 y 25 metros, han logrado atraer una inversión privada de más de 230 millones. Los actuales operadores gestionan más de 240.000 metros cuadrados en concesión. Además, los proyectos vinculados a la iniciativa “A Coruña Green Port”, que facilitará la descarbonización industrial del área metropolitana, convertirán al enclave, a corto plazo, en el principal polo industrial, energético y marino del noroeste de España, con inversiones que sumarán más de 1.500 millones de euros.
El puerto exterior de A Coruña, cuya ejecución ha absorbido una inversión de 718 millones, se concibió para trasladar desde los muelles interiores los tráficos sensibles en materia medioambiental y de seguridad, como el petróleo. Hoy, casi dos décadas después, es mucho más que eso. Se ha situado como principal puerto de descarga de cereal en el noroeste peninsular, así como hub de almacenamiento y distribución de carbón y coque.
Al mismo tiempo, ha incorporado nuevos tráficos como la roca fosfórica, clínker, mineral de hierro, áridos, o piezas metálicas, y también posibilita la construcción y embarque de project cargo.
En 2023, Punta Langosteira rebasó los seis millones de toneladas, un volumen que supone más del 40 por ciento del total de mercancías que se manejaron en el conjunto de instalaciones de la entidad portuaria. La estadística refleja un salto de los 1,5 millones de toneladas de 2021 a los 4,2 millones de toneladas de 2022. Con esta progresión, y ya con todas las descargas de petróleo en Langosteira, el puerto exterior será en 2024 la primera dársena de Galicia en volumen de toneladas.
Un puerto con atractivo
El presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Martín Fernández Prado, ha puesto de manifiesto que esta evolución “es consecuencia de la apuesta de los operadores en ampliar sus concesiones e incorporar nuevos medios mecánicos”.
El crecimiento de la dársena exterior ha estado sustentado durante la primera década, principalmente, por los graneles sólidos. En este ámbito sobresalen las operativas de Pérez Torres Marítima (PTM), Galigrain, y Terminales Marítimos de Galicia (TMGA), que gestionan más de 14 hectáreas de superficie concesionada, con más de 100.000 metros cuadrados de almacenes.
Pérez Torres Marítima dispone de 47.000 metros cuadrados para realizar la carga y descarga de clínker, coque, cereales y piezas especiales, entre otras mercancías. El operador ha invertido 25 millones en almacenes, dos grúas Liebherr LHM 550, maquinaria y otros equipos auxiliares. Entre sus últimos desarrollos, destaca el proyecto para habilitar una nave de 10.000 metros cuadrados.
Por su parte, Galigrain tiene 90.000 metros cuadrados en el puerto exterior de A Coruña, tras incorporar en 2023 una parcela de 21.000 metros cuadrados en la que construye su cuarta nave de almacenamiento, con 17.411 metros cuadrados. Esta instalación incorpora un sistema mecanizado de descarga y transporte de los graneles, especialmente agroalimentarios, desde los buques hasta los almacenes, mediante un circuito cerrado de cintas, tolvas y torres de transferencia. La empresa, del grupo Nogar, que alcanzará con el nuevo desarrollo una inversión acumulada de 41 millones en Punta Langosteira, también dispone en esta dársena de una terminal de graneles líquidos, con una docena de tanques de almacenamiento para aceite, melazas y ácidos grasos.
Además, TMGA gestiona más de 50.000 metros cuadrados en la dársena exterior, tras sumar en 2023 una superficie de 7.900 metros cuadrados, donde levanta un nuevo silo horizontal de almacenamiento de graneles sólidos agroalimentarios. Con esta ampliación, la inversión acumulada de la estibadora en sus instalaciones y medios mecánicos en el puerto exterior se elevará a 35 millones de euros. Una parte de este desembolso se ha destinado al sistema automático de descarga de graneles sólidos para transportar la mercancía desde los buques hasta los almacenes en un circuito cerrado.
Cementos Carral alcanzó el pasado año la simbólica cifra de cien atraques de buques gestionados desde su implantación en 2012, y que acumulan un movimiento de 600.000 toneladas. La compañía, que ha invertido siete millones de euros en Punta Langosteira, descarga el cemento de buques de forma directa a silo.
Por otro lado, Hércules-Servicios Auxiliares Portuarios y Logísticos, filial de Finisterre Agencia Marítima, cuenta con 1.100 metros cuadrados en el puerto exterior, donde almacena y custodia equipos y pertrechos procedentes o destinados a buques.
También destaca en la dársena exterior, la terminal marítima de Repsol, puesta en marcha en marzo de 2023, que ha supuesto un nuevo hito, al posibilitar el traslado de las operativas de crudo de petróleo, tras una inversión de 126 millones, posicionándose el pasado año como el principal tráfico de Punta Langosteira, con más de 2,3 millones de toneladas. Repsol mueve, desde 2015, sus graneles sólidos en la dársena exterior de A Coruña, con una media aproximada de 400.000 toneladas anuales. Los productos refinados seguirán, de momento, en su terminal localizada en el muelle de San Diego, cuyo plazo de concesión finaliza en 2027.
El enlace ferroviario, asignatura pendiente, completará la operatividad de la dársena exterior al permitir captar nuevos tráficos y ampliar el hinterland. Esta infraestructura se realiza con cargo a los fondos Next Generation, por un importe de 170 millones de euros. En la actualidad, se construye el ramal norte, de seis kilómetros, que conecta el puerto con el Eje Atlántico en sentido en A Coruña. Las obras, de acuerdo al programa previsto, estarán concluidas a mediados de 2026. El Ministerio de Transportes realiza los estudios para construir el Ramal sur, que posibilitará disponer de una conexión ferroviaria en sentido Santiago de Compostela.
Apuesta ‘verde’
La iniciativa “A Coruña Green Port” fue lanzada a principios de 2021, tras la llegada de Martín Fernández Prado a la presidencia del puerto. Impulsa la descarbonización con la reserva espacios de la dársena exterior para fabricar componentes de eólica marina, desarrollar la cadena de valor del hidrógeno y amoniaco verdes, o producir biocombustibles y combustibles renovables. Además, respalda la digitalización y modernización de actividades en el puerto para avanzar en sostenibilidad.
La convocatoria abierta para habilitar en la zona sur de Langosteira un hub de componentes de eólica marina ha recibido el interés de Moncobra, Saitec, Ferrovial, Navantia, Acciona, Esteyco, Nervión y de otra empresa que aún es confidencial. Las solicitudes superan la superficie disponible, unos 700.000 metros cuadrados.
Fisterra Energy, del fondo Blackstone, y Armonia Green Galicia, grupo Ignis, han presentado solicitudes para instalar sendas plantas de generación, almacenamiento y exportación de hidrógeno y amoniaco verdes, con destino a la industria de fertilizantes y otros usos industriales. Están en tramitación ambiental.
Por su parte, Inditex invertirá 30 millones de euros para habilitar un parque con 3 aerogeneradores en el puerto exterior. Suministrará energía verde a su sede central y al centro industrial situado en el polígono de Sabón (contiguo al puerto), y también al propio puerto, tanto a la red de la Autoridad Portuaria de A Coruña como a las empresas concesionarias. Con ello, la rada será autosuficiente, con energía verde.
Con el suministro renovable de Inditex, Enerfín habilitará una planta de generación y distribución de hidrógeno verde, destinada al transporte por carretera.
Repsol está inmersa en un proceso de transformación de su complejo industrial de A Coruña, orientado a la producción de biocarburantes y combustibles renovables a partir de aceites usados, basuras y otros residuos, en la filosofía de la economía circular. Finalmente, la Xunta de Galicia, Redeia y la Autoridad Portuaria de A Coruña proyectan instalar un parque eólico experimental marino.