La decisión del Gobierno de Marruecos de incorporar la ampliación del puerto de Tarfaya a los presupuestos nacionales con una inversión de 36 millones de euros que prefinancia el Gobierno de España, a través de un crédito FAD, abre oportunidades y nuevas expectativas para Canarias, según ha señalado Germán Blanco, consejero de Tarima, entidad hispano-marroquí concesionaria de este puerto marroquí, situado a 80 kilómetros de Fuerteventura.
Blanco ha señalado que “el convencimiento de que sin rutas comerciales cualquier esfuerzo de penetrar en el mercado africano, desde Canarias, resultaría baldío, nos llevó a negociar la posibilidad de convertirnos en los primeros explotadores privados de un puerto en Marruecos”. Esta premisa se une a otra de no menor calado estratégico, según señala Blanco, “cualquier ruta comercial que se abra debe permitir unir Canarias con África, a través de la menor distancia posible y, esto se cumple en la conexión Fuerteventura-Tarfaya”. Tarima negoció con Naviera Armas “que pusiera un barco para operar la línea de Puerto del Rosario (Fuerteventura) y Tarfaya (Marruecos).
El éxito de la nueva línea fue indudable, según afirma Blanco, “hasta que el barco sufrió un siniestro en mayo de 2008 que le imposibilitó seguir con el servicio”. Desde ese momento, Tarima ha trabajado en poner en marcha otro buque que cubra el servicio que realizaba Naviera Armas, así como en la negociación con las autoridades marroquíes para acometer la ampliación del puerto y superar las limitaciones que presenta. Tarima espera que en un plazo de tres años la nueva dársena de Tarfaya esté operativa.