La crisis económica ha acabado por afectar también al tráfico de mercancías en el puerto seco de Coslada (Madrid), lo que dará lugar a que el presente ejercicio se cierre con un crecimiento cercano al 3,5 por ciento, es decir, menos de la mitad de las previsiones iniciales, que cifraban este crecimiento anual en el 8 por ciento. Además, el incremento de 2008 también estará claramente por debajo del 6 por ciento registrado en el ejercicio de 2007. Pese a que hasta mediados de octubre la incidencia de la crisis en los tráficos de la terminal intermodal madrileña había sido “muy suave”, en las dos últimas semanas de ese mes y las primeras de noviembre el desplome ha sido significativo.
“La incidencia de la crisis económica ha terminado por llegar de golpe, casi de un día para otro”, reconoce Carlos Romero, gerente de Conterail, la sociedad concesionaria de la explotación del puerto seco madrileño. Además, el bajón en tráficos coincide que se produce en un mes como noviembre, tradicionalmente el de mayor actividad en la terminal ferroviaria y que este año, presumiblemente “va a ser el peor mes del año”, lamenta Romero. En conjunto, el pasado mes de octubre todavía mantuvo el tipo, con un movimiento total de 6.219 TEUs (3.531 UTIs), para dar un resultado del acumulado entre enero y octubre de 53.980 TEUs, lo que supone un crecimiento en esos diez primeros meses del año del 6 por ciento. En UTIs, el tráfico de enero a octubre creció el 4 por ciento (31.188 UTIs en total).
A pesar del parón de las últimas semanas, la instalación va a acabar el año con números negros en cuanto a tráfico, aunque en unas cifras inferiores a las previstas. En cuanto a las previsiones para el próximo ejercicio, en Conterail se conformarían “con mantener los tráficos alcanzados en el presente año 2008, ya que según todos los indicios la crisis se va a mantener por lo menos durante el primer semestre de 2009”, señala Romero. En todo caso, Romero se muestra optimista en cuanto al desarrollo de la operativa de la terminal intermodal madrileña, ya que “la reciente ampliación nos permite poder operar con una mayor flexibilidad y soltura al estar menos comprimidos en cuanto a espacio”.
Por otro lado, el puerto seco de Coslada se encuentra actualmente inmerso en el proceso de implementación de la primera fase de lo que será el nuevo paquete informático de la terminal, que ha sido desarrollado por la compañía de servicios telemáticos Portel. Este paquete informático, que se espera que pueda estar plenamente operativo a partir del uno de enero del próximo año, permitirá mejorar aún más la operativa en Coslada. “En estos momentos estamos finalizando la fase de pruebas y, de hecho, ya estamos trabajando con el sistema con algún cliente”, asevera Carlos Romero.