La patronal no espera una recuperación de la actividad, con índices de crecimiento “normales” del 1,5%, antes del año 2011.
El rendimiento del transporte por carretera europeo ha caído entre un 10 y un 30 por ciento según sea nacional o internacional. Los ingresos muestran una evolución similar. La base de mano de obra se ha reducido en 140.000 puestos de trabajo. Estas son las principales conclusiones del último informe de la profesión de la IRU
La Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU) ha presentado recientemente, con motivo de una reunión de la CEE/ONU en Ginebra, los resultados de una encuesta realizada entre sus miembros en más de 70 países. Si comparamos el periodo enero-junio de 2009 al mismo del año pasado, el estudio confirma la gravedad extrema de la crisis en el sector de la carretera. Aunque existen diferencias notables entre países, el informe concluye que, de media, el rendimiento del transporte (medido en toneladas transportadas por kilómetro) ha caído entre un 10 y un 20 por ciento en tráficos nacionales, y entre un 20 y un 30 por ciento en internacionales.
La evolución de los ingresos en viajes nacionales muestra un retroceso del 10 al 20 por ciento, y del 20 al 30 por ciento de nuevo en internacional. Las tarifas de los servicios de transporte por carretera han caído un 10 por ciento. La profesión ha perdido un porcentaje similar de mano de obra (140.000 empleos menos en la Unión Europea). Las matriculaciones de camiones nuevos han retrocedido un 30 por ciento.
La encuesta también confirma que el acceso a los créditos bancarios se ha vuelto muy difícil. Así, el número de quiebras ha aumentado en un 20 por ciento. La IRU afirma que las empresas del sector no esperan que la actividad se recupere, con índices de crecimiento “normales” del 1,5 por ciento, antes de 2011. En los países de la OCDE, la actividad del transporte ha retornado a las cifras de 2006 en matriculaciones de vehículos y en transporte de toneladas. Teniendo en cuenta que el transporte por carretera “se ha convertido en una herramienta de producción vital”, y que “el conjunto de la industria del transporte por carretera juega un papel principal en la economía, el empleo y los ingresos públicos”, la IRU presenta en su informe una lista de propuestas. La asociación apela a los gobiernos a que supriman de forma inmediata todas las barreras neo-proteccionistas.
Además, la asociación de transportistas reclama que tanto las tasas como las legislaciones medioambientales inútiles o supérfluas sean revisadas o reducidas. En concreto, la IRU se refiere a la Directiva de Euroviñeta (pago de los costes externos). La IRU solicita que la legislación actual sobre condiciones de insolvencia sea más flexible para que las empresas puedan reducir su capacidad y proseguir con sus actividades rentables en lugar de tener que liquidar toda su estructura.
También pide que se cree un marco jurídico y administrativo que permita a las empresas colocar de forma provisional a sus trabajadores cualificados en un estatus de inactividad sin que sean despedidos. Finalmente, la IRU incita a las entidades financieras a que abran de nuevo las líneas de crédito necesarias para que las empresas de transporte puedan proseguir con su actividad, y a que introduzcan moratorias del pago de los intereses de los créditos y de los contratos de leasing de los vehículos.