Fomento ultima una Ley que fijará precios máximos en las tasas.
La operación de privatización del 60 por ciento del capital de Aena que prepara Fomento está generando reacciones positivas en el seno de la comunidad de la carga áerea. Y es que en el sector se espera un cambio de rumbo para que las mercancías dejen de ser “el hermano pobre” de los pasajeros para el gestor aeroportuario. En un contexto de profundo bache de la actividad, es preciso que Aena reaccione y la privatización parcial puede suponer un impulso. “Aena sigue mirándose el ombligo. No hace nada de autocrítica. Su cultura de gestión, principalmente en el principal aeropuerto de carga -Madrid- ha sido siempre muy soberbia”, denunciaba Jesús Escolar, fundador del agente general de carga (GSA) Gen-Air, en una reciente jornada organizada por Foro Madcargo.
En esta misma línea, un directivo de una aerolínea europea con operaciones en España asegura que “existe una gran diferencia de trato por parte de Aena entre los pasajeros y las mercancías. Contrasta el apoyo a las operaciones de pasajeros con el abandono de la carga”. Con la apuesta por la privatización, aunque sea parcial, se entiende que “todo irá a mejor, porque las empresas privadas nos debemos a una cuenta de resultados”, lo que puede suponer “una mejora para el negocio de carga”, señala un empresario transitario. Hasta ahora, Aena ha tenido “un problema de gestión con la carga”, argumenta un directivo del sector.
“En su día se creó Clasa con el objetivo de que se convirtiera en el catalizador de la carga aérea, pero acabó siendo un simple gestor de oficinas y almacenes”. Lo malo es que “Clasa desapareció, que ya servía para poco, y ahora ni eso”, subraya. Dentro del sector, no obstante, hay quien ve el vaso medio lleno y piensa que con la crisis Aena “está más receptiva, hay más disposición y está dispuesta a escuchar”, señala un transitario, que como ejemplo pone la creación de los comités facilitadores de la carga aérea y las rebajas del alquiler en los edificios de los servicios generales.
En esta misma línea se apunta el incremento de los incentivos sobre la tasa de carga aérea en 2014. Precisamente, con el objetivo de blindar las tarifas con unos precios máximos, el Ministerio de Fomento ultima un marco regulatorio con rango de Ley, paso previo a la entrada de capital privado en Aena. Esta normativa garantizará el interés general de la red de aeropuertos y establecerá el denominado Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) que recogerá entre otras exigencias “los niveles máximos de tasas susceptibles de ser fijados”.