En un encuentro histórico, la ministra Pastor reúne a los ‘primeros espadas’ del negocio, que empiezan a trazar una hoja de ruta para mejorar la competitividad de las empresas.
El sector marítimo y portuario se ha hecho un hueco en la agenda de trabajo de la ministra de Fomento. En un encuentro histórico, Pastor reunió a los ‘primeros espadas’ del negocio, que empiezan a trazar una hoja de ruta paramejorar la competitividad de las empresas. Alargar las concesiones y reducir tasas, principales medidas planteadas
Los operadores marítimos y portuarios han dejado de ser los últimos de la fila del sector del transporte. La ministra de Fomento, Ana Pastor, acompañada por el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, presidió el 23 de enero un encuentro “histórico” con los ‘primeros espadas’, hasta un total de 27, de los principales grupos inversores en los puertos, que sumaron unas ventas de 3.360 millones en 2010, casi 650 millones más que la cifra de negocio del sector marítimo y portuario español (ver gráfico adjunto).
Durante la reunión, que se prolongó durante cerca de tres horas y fue calificada de “constructiva e interesante”, los empresarios pusieron los puntos sobre las ‘íes’ para trazar una hoja de ruta que permita mejorar la eficiencia y competitividad de los privados. No en vano, el pasado año invirtieron 700 millones, y las expectativas apuntan que podrían superar la friolera de los 1.000 millones en 2013, pese al momento delicado de la economía. Unas cifras que se traducen en que cerca del 37 por ciento de la superficie terrestre de los puertos -4.035 hectáreas- está concesionada. Bajo la atenta mirada de Pastor, que “tomó buena nota” de las propuestas planteadas, los pesos pesados del sector propusieron “alargar el plazo de las concesiones, una reducción de las tasas, o al menos moderación, y mayor flexibilidad por parte de la Administración”, entre otras medidas.
Así lo confirmaron varios directivos presentes en la reunión, que destacaron a este periódico la “gran receptividad” de la ministra, que ha introducido en su agenda de trabajo un análisis exhaustivo de la situación del sistema portuario con los principales operadores, un hecho “inédito” en el sector. Los interlocutores consultados destacaron, precisamente, que una de las principales reivindicaciones que se pusieron encima de la mesa fue la escasa duración de las concesiones de dominio público portuario. Los empresarios recordaron a la titular de Fomento las inversiones millonarias que están realizando en los puertos, que son “muy difíciles de recuperar en el tiempo que dura la concesión” por lo que demandaron ampliar los plazos.
En cuanto a las tasas, los representantes del sector coincidieron a la hora de apuntar la necesidad de adecuar las mismas, “elaboradas en una época de bonanza económica”, a la actual coyuntura. “Estamos atravesando una situación delicada como consecuencia de la crisis, que ha provocado una fuerte caída de actividad”, advirtieron. La ministra, que aparentó un gran conocimiento del sector, resaltaron las mismas fuentes, no dudó en afirmar que “si tenemos que reducir costes, lo haremos”. Pastor, en este sentido, enumeró las medidas puestas en marcha por la Administración el pasado año para mejorar la competitividad del sector. Entre las mismas, se encuentran el saneamiento financiero (la rentabilidad media se ha situado en un 2,1 por ciento, mejorando un 23,5 por ciento respecto a 2011), reducción de tasas, congelación de tarifas máximas de los servicios públicos, bonificaciones por importe de 94 millones y nuevas valoraciones de suelos, que los empresarios piden que “se realicen de acuerdo con la tendencia del mercado, que está a la baja”.
TASAS “EXHORBITANTES”
En esta línea, varios directivos consultados por este periódico destacaron las intervenciones realizadas por los representantes de dos grandes grupos inversores en los puertos españoles: Hutchison y Noatum. Por una parte, Alejandro Kouruklis, director general de Tercat, propiedad de la multinacional asiática Hutchison, que ha puesto en marcha recientemente una terminal de contenedores semiautomatizada en el puerto de Barcelona y está ejecutando una inversión próxima a los 500 millones en la dársena, aseguró que las tasas que pagaban eran “exorbitantes”. Por otro lado, Douglas Schultz y John Thomsen, CEO y director de Operaciones, respectivamente, del grupo Noatum, apuntaron que “el retorno de la inversión no es el esperado”, en un escenario, además, de recesión de tráficos y unas perspectivas nada halagüeñas.
Un mensaje, añadieron los mismos medios, que encaja con el discurso de la ministra, que reiteró, en todo momento, su compromiso a “apoyar a las empresas y salir de la crisis. Nuestros intereses no son contrapuestos a los suyos”, aseguró. Otra de las intervenciones que destacaron fue la del presidente del grupo Bergé y Cía, Jaime Gorbeña, que hizo hincapié en el coste de la estiba, “muy distinto según de lo que estés hablando”. De hecho, se llegó a poner encima de la mesa que podría suponer de entre un 3 y un 6 por ciento hasta un 30 por ciento del coste total del paso de la mercancía, apuntaron los mismos interlocutores.
“Cada puerto es un mundo y la mercancía es distinta. No se puede generalizar”, concluyó Gorbeña. Igualmente, el presidente de Setram, Daniel Tarragona, a la hora de hablar del caso del tráfico de automóviles, señaló que en su caso era como del 60 por ciento, mientras que, otros empresarios aseguraron que “un granel, a veces, paga más de T3 (tasa de la mercancía) que de estiba”, añadieron las mismas fuentes consultadas, que apuntaron que la “casuística es muy variada”. Al mismo tiempo, el máximo responsable del grupo Bergé y Cía también hizo referencia a la progresiva caída de los precios que facturan las empresas marítimas a los clientes por la manipulación de las mercancías en los puertos, mientras los costes continúan al alza, una “combinación que, por lo general, suele acabar mal”, sobre todo, cuando las empresas están al límite.
Otro de los temas que se abordaron en la reunión, “aunque sólo por encima”, al tratarse de “un encuentro de guante blanco”, según recalcaron varios directivos, giró en torno a las decisiones de inversión que adoptan las autoridades portuarias. Los altos ejecutivos y consejeros delegados de los principales grupos portuarios hicieron una “llamada a la cordura”, porque, al final, “la obra la paga todo el puerto”, en clara alusión al sobrecoste de las ampliaciones realizadas en los puertos de Gijón y La Coruña, que se encuentran prácticamente intervenidos y no pueden bajar ninguna tasa. “El error del funcionario de turno, lo estoy pagando yo, usuario del puerto”, añadieron. Hubo, incluso, algunos empresarios que fueron más allá y declararon a este periódico que “los puertos se han convertido en unos reinos de taifas y unos lugares poco controlados”, por lo que reclamaron un “poco de seriedad” y “más moderación en las inversiones”.
TRÁFICOS MÍNIMOS
La reunión también abordó las penalizaciones por no alcanzar los tráficos mínimos exigidos, una situación “perversa”, en la actual coyuntura, apuntaron los mismos interlocutores, tras recordar que “la Administración es bastante inflexible, agarrándose a que tienen que cumplir la ley”, pese a que “hay puertos que cumplen la ley cuando les da la gana”. Sobre lo que no se dijo ni palabra fue sobre la internacionalización de las empresas, pese a ser uno de los puntos incluidos en el orden del día. Los empresarios, obviamente, señalaron que no era oportuno exponer sus planes de expansión con el resto de competidores presentes.
Por último, la ministra Pastor acordó la creación de un grupo de expertos, que saldrá de entre los que estuvieron presentes en la reunión. Éste quedará adscrito a la Unidad Logística de Fomento, que impulsará la coordinación de todos los modos de transporte, según aseguró Pastor. La titular de Fomento, en este sentido, espera que los grupos de trabajo queden constituidos lo antes posible, ya que, como se puso de manifiesto en la reunión “nadie tiene tiempo que perder”. La idea es que a mediados de año pueda estar ya elaborada la hoja de ruta del sector, con sus principales propuestas de cara a mejorar la competitividad de las empresas marítimas y portuarias, reforzando así su posición en el escenario internacional.