La cancelación masiva de nuevas unidades puede mejorar el panorama a medio plazo.
El sector naval acusa la actual crisis financiera y la caída de los intercambios comerciales en el mundo. El desplome sufrido por los fletes ha provocado que una parte de la flota se empiece a amarrar, si bien no ha frenado el avance de los navieros vascos asociados en la patronal Anavas, que preside Alejandro Aznar, que han incorporado nuevas empresas y barcos
La flota inscrita en la Asociación de Navieros Vascos (Anavas) registró un nuevo avance en 2008. La estadística de la entidad elevó la flota de sus 14 empresas de 68 a 80 buques, con un tonelaje agregado de 970.421 TPM’s, lo que supuso un alza del 4,6 por ciento. Entre las nuevas incorporaciones destacaron tres cargueros y cuatro etileneros. Además, en comparación con la flota mundial, con una edad media de 18,6 años, la flota mercante asociada a la patronal Anavas -que acoge a la totalidad de la flota mercante vasca-, sigue siendo joven, con 12,6 años, inferior a la española (13,3 años), y equiparable a la de la mayoría de los principales países marítimos europeos, entre los que destaca la flota alemana con tan sólo 8,6 años. Sin embargo, estas cifras no ocultan la preocupación del sector por la deriva del mercado de fletes, reflejo de la reducción del comercio internacional y del aumento de la flota mundial.
El presidente de Anavas, Alejandro Aznar, describe la situación al manifestar que “debido a la gran cantidad de tonelaje nuevo en el mercado y a una demanda más débil, los fletes tendieron a la baja, lo que fue especialmente grave en los tráficos ‘tramp’ de carga seca. Los buques portacontenedores también sufrieron una baja abrupta de la demanda, que ha llevado al amarre de flota”. De hecho, se estima que un 10 por ciento de la flota española está parada. Los buques relacionados con el gas y el petróleo, por su parte, fueron capaces “de conservar un pequeño margen de beneficio en 2008”, a pesar de reducir sus índices a la mitad. “La situación -añade el presidente de Anavas- se agravó en el comercio marítimo, no sólo por el descenso de la demanda de la industria y el consumo, sino también por el bloqueo, desde el pasado mes de septiembre, de los créditos al comercio internacional”.
Aznar, igualmente, destaca que la cartera de los astilleros suma 377.000 TPM’s, “con la previsión de que un 64 por ciento se entregue en 2009 y 2010”, cuando la flota mundial cuenta con 1.152 millones de TPM. Esta situación se considera muy peligrosa, pero, en palabras del secretario general de Anavas, José Antonio Martínez de Landaluce, parece corregirse a marchas forzadas. Por un lado, los fletes “han recuperado posiciones”. Así, el índice de referencia mundial, el Baltic Dry Index, “se situó en julio en 3.000 puntos, frente a los 750 que marcó a finales del pasado ejercicio, pero todavía muy lejos del récord de 11.793 puntos conseguido a mediados del año 2008”. Como se puede comprobar, un vaivén capaz de desequilibrar cualquier proyección empresarial.
Además, el responsable de la patronal Anavas destaca que “se están produciendo cancelaciones masivas de órdenes de construcción con la entrega de la señal de 15 o 20 millones de dólares”. La razón es muy sencilla: “Encargar un granelero de 150.000 TPM puede costar ahora 60 millones de dólares, cuando hace un año se valoraba en 95 y por uno de cinco años se pagaban 120. Por tanto, los armadores renuncian a las órdenes para dejar de perder dinero”.
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