El anuncio de aplicar el tipo máximo del impuesto (4,8 céntimos por litro) indigna a los transportistas, pues se produce en plena crisis y cuando el gasóleo ha subido un 18%.
El sector reclamará a la Junta de Castilla y León que elimine o compense por el denominado céntimo sanitario a las empresas de transporte. El anuncio del presidente regional, Juan Vicente Herrera, de la aplicación en el presente año 2012 del tipo máximo autorizado del impuesto (4,8 céntimos por litro), indigna a los transportistas.
El reciente anuncio del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, de la próxima aplicación del tramo autonómico del Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinado Hidrocarburos (IVMDH), conocido popularmente como céntimo sanitario, ha levantado una auténtica oleada de indignación entre las empresas de transporte de la región. “Nos ha cogido totalmente por sorpresa; nadie en el sector podía pensar que se estaba preparando semejante barbaridad”, lamenta el secretario general de la patronal Fetracal, Miguel Olmos. Precisamente, esta patronal tiene intención de promover la inmediata constitución de una plataforma que agrupe a la totalidad de organizaciones sectoriales, ya sean de carácter regional o provincial, con el objetivo de consensuar una posición común de rechazo del sector a este medida. Los transportistas pretenden reunirse lo antes posible con el consejero de Fomento, Antonio Silván, para exponerle la necesidad de “eliminar o, en su caso, compensar al sector por este nuevo impuesto”, antes de que se haya concretado definitivamente la aplicación del mismo por la vía del decreto. En todo caso, los transportistas acudirán a la reunión con la precaución de que una hipotética promesa de compensación se concrete por escrito, ya que cuentan con la experiencia negativa de lo sucedido en Extremadura, donde la Junta prometió unas compensaciones a los transportistas que finalmente han quedado en el limbo. Además, en el sector ha sorprendido no sólo el anuncio del nuevo impuesto, sino también la aplicación de la tasa máxima autorizada para el mismo (4,8 céntimos por litro). En conjunto, la Junta espera recaudar del orden de 140 millones de euros al año por la vía de este nuevo impuesto. Por su parte, desde Asetra Segovia califican de “inoportuna” la medida ya que se produce en un contexto de “crisis sin precedentes” en el sector, que se suma a que “el precio del gasóleo no deja de subir”, hasta alcanzar un incremento “por encima del 18 por ciento en el último año”. En Asetra recuerdan también el agravio comparativo que supone la exención del impuesto a otros sectores como el de la agricultura. A su vez, desde la Federación de Transportistas de Castilla y León (Cyltra) se considera esta medida como “totalmente negativa para un sector tremendamente castigado por impagados y por las subidas del precio del gasóleo”. Según Cyltra, cada camión paga anualmente una media de 24.000 euros en tasas por hidrocarburos en plena crisis.