Los representantes aduaneros temen que la Aduana ejecute los avales que presentan al recoger la mercancía, a cuenta del pago de impuestos por parte de sus clientes, al no poder asumir su abono los importadores.
La patronal de transitarios Feteia-Oltra y el Consejo General de Colegios de Agentes y Comisionistas de Aduanas piden “ya” al Gobierno español que aplace la deuda aduanera durante el estado de alarma, hasta que se recupere la normalidad, más, si cabe, al quedar restringida la actividad económica a los servicios esenciales.
Los representantes aduaneros temen que se acaben ejecutando los avales que presentan al despachar mercancía de importación, a cuenta del pago de los impuestos que gravan esta carga por parte de sus clientes. Hasta la fecha, hay un plazo de 30 días desde que se recoge la mercancía para liquidar esta deuda aduanera. Y en el caso de no pagar, se inicia el procedimiento para ejecutar el aval.
“Pedimos el aplazamiento porque hay muchos importadores que ya nos han dicho que no pueden pagar y ello acabará afectado a las garantías”, señala Cesáreo Fernández, secretario técnico de Feteia-Oltra.
Si las empresas están cerradas, “cómo van a pagar impuestos”, se pregunta Antonio Llobet, presidente del Consejo General de Colegios de Agentes y Comisionistas de Aduanas. Y es por ello que “hay mucha preocupación en el sector de que se invoque la ejecución de garantías más pronto que tarde”, añade Llobet.
La normativa aduanera depende de la Unión Europea, que es el organismo competente para decidir si establece una moratoria en el pago de los impuestos que gravan las importaciones con destino a los países comunitarios. Hasta la fecha, la dirección general de Fiscalidad y Unión Aduanera (DG TAXUD) de la UE ha hecho oídos sordos a las peticiones tanto de Feteia-Oltra como del Consejo General de Colegios. El inmovilismo de Bruselas no es óbice, a juicio de ambas organizaciones, para que el Gobierno español establezca una moratoria teniendo en cuenta que “dos países tan cercanos como Francia e Italia han parado todos los pagos a las Aduana. Y si estos países no están siguiendo lo que dice Bruselas, pedimos que España tampoco lo siga”, añade Llobet. Holanda es el tercer país europeo que también ha establecido una moratoria.
Otra opción, para Feteia, es generalizar el IVA a la importación en diferido. Es decir, que este tributo no se incluya en la deuda aduanera que el representante aduanero tiene que avalar al recoger la mercancía y que directamente lo declare el importador. Hasta ahora, el IVA en diferido, una vieja reivindicación lograda por Feteia, es una opción que utilizan sobre todo las grandes multinacionales y que obliga a liquidaciones mensuales. “Lo que pedimos ahora es que se generalice, que siempre el importador declare el IVA en sus liquidaciones mensuales o trimestrales”, añade Cesáreo Fernández. Ello supondría una rebaja sustancial del importe del aval al tener el IVA un gravamen del 21 por ciento.