La plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible identifica más de 25 barreras que frenan el proceso para operar con vehículos más eficientes.
La plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible (EMS) ha elaborado un documento en el que identifica más de 25 barreras que impiden avanzar en la descarbonización de las flotas corporativas, y en el que propone 45 soluciones para abordarlas.
La iniciativa, que ha contado con el apoyo de Bridgestone y la participación de expertos del Miteco, Disfrimur, Lodisna, Nacex y Sesé, entre otros, destaca, que el precio de los vehículos industriales eléctricos es uno de los principales obstáculos que dificultan este proceso de transición.
Así, el foro para la descarbonización del transporte pone de manifiesto que “su importe de compra triplica al de sus homólogos en diésel, para unos vehículos nuevos cuyo precio se ha incrementado en un 40 por ciento en el último quinquenio, mientras las ayudas del Moves II han tenido hasta un año y medio de retraso en su adjudicación final al solicitante”.
Otros aspectos expuestos que limitan la expansión de la flota descarbonizada son la autonomía de los vehículos para los operadores que realizan grandes rutas y la infraestructura de suministro. En este último aspecto se detalla la falta de puntos de recarga; la lentitud de su despliegue; su infrautilización; un coste de recarga pública entre los más caros de Europa; la incertidumbre en los precios del gas y de la electricidad; o la mala experiencia del usuario al no disponer información sobre el importe y disponibilidad en tiempo real para el abastecimiento de su vehículo.
La politización de la sostenibilidad; la necesidad de una mayor seguridad jurídica; la falta de armonización a nivel europeo de los criterios para impulsar los camiones eléctricos; el incumplimiento por parte de la administración del marco legal para impulsar la movilidad sostenible; o la escasez de ayudas dirigidas a unas Pymes, que concentran la mayor parte del sector, y la burocracia a la que tienen que enfrentarse cuando pueden demandarlas, son otros obstáculos reflejados en el informe.
Para impulsar la descarbonización, la plataforma propone disponer de la información del precio de venta de vehículo frente al coste total de propiedad (TCO), así como establecer una línea de ayudas específicas de ingenierías básicas previas y de telemetría para el análisis y la planificación de la electrificación, tanto para la adquisición de flota como para instalar cargadores.
Otras medidas son proporcionar subvenciones directas de tramitación ágil y no tributables con un reparto geográfico basado en la demanda; establecer sistemas bonus-malus que equilibren los costes entre alternativas sostenibles frente a las más contaminantes; invertir en la expansión de la red de carga eléctrica y en desarrollar combustibles alternativos; emplear las tecnologías de obtención de datos para la toma de decisión en iniciativas sobre eco conducción, optimización de rutas o el mantenimientos predictivo, entre otras medidas.
El análisis de EMS concluye que “no hay una solución única cuando se habla de descarbonización, dado se debería tener una visión de 360 grados”. Así, considera que todavía hay mucho recorrido para “aplicar soluciones vinculadas a la telemática, la conducción eficiente, el mantenimiento de neumáticos o los combustibles alternativos renovables”.
Además, aboga por “huir de mensajes extremistas que pueden limitar la consecución de los objetivos intermedios y contemplar el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), la intermodalidad con el ferrocarril o los duotrailers. Todo ello, sin perder el foco de la eficiencia energética, donde los Certificados de Ahorro Energético (CAES) pueden jugar un papel relevante que también contribuyan a la descarbonización”.