La línea de la italiana crece el 17,7% frente a la bajada del 13,8% del total de estos tráficos.
El servicio de Grimaldi Nápoles entre los puertos de Barcelona y Civitavecchia creció el 17,7 por ciento en 2009, incremento que contrasta con la caída del 13,8 por ciento del conjunto de tráficos de short sea shipping que enlazan el puerto catalán con diversos puntos de Italia y del norte de África. En cambio, la línea con Livorno se ha estancado
El servicio de Grimaldi Nápoles entre el puerto de Barcelona y el romano de Civitavecchia, de periodicidad diaria de lunes a sábado, ha logrado salvar los trastos en un año complicado como ha sido 2009. Mientras que el conjunto de tráficos de short sea shipping que enlazan la dársena catalana con diversos puntos de Italia y del norte de África ha experimentado un retroceso del 13,8 por ciento, el primero de esta magnitud en diez años (ver gráfico), la línea de la naviera italiana con Civitavecchia ha crecido el 17,7 por ciento, hasta los 57.652 camiones y remolques transportados, en comparación con 2008, de acuerdo con los datos facilitados por el armador.
El incremento supera el 20 por ciento sumando los 1.750 camiones y remolques que este mismo servicio ha captado con las escalas que, desde marzo de 2009, hace en Porto Torres (Cerdeña). El crecimiento que ha experimentado esta línea en una coyuntura económica tan desfavorable se debe a que “arrastrábamos un déficit de capacidad en 2007 y 2008 y se quedaban peticiones de embarque sin cubrir. Hemos puesto barcos más grandes que nos ha permitido atender la demanda existente, aunque ésta haya disminuido por la crisis”, señaló Antonio Vargas, director general de Grimaldi Logística España, filial del grupo italiano, en referencia a la renovación de la flota que la naviera culminó el pasado año y que supuso incrementar un 65 por ciento la capacidad.
Otro factor que ha influido positivamente “es la tipología de la carga que se transporta, básicamente productos manufacturados y para consumo”, menos afectados por la crisis. De no haber sido por la desfavorable coyuntura económica, “habríamos movido, como mínimo, 6.000 unidades más en 2009”, añadió el directivo. De cara al 2010, Grimaldi Nápoles maneja un crecimiento de entre el 10 y el 15 por ciento, “con lo que nos daríamos por satisfechos teniendo en cuenta la situación actual”. A diferencia del servicio con Civitavecchia, los tráficos de la línea entre Barcelona y Livorno se estancaron en 2009, con 24.000 camiones y remolques, un movimiento similar al ejercicio precedente.
Grimaldi Nápoles explota desde enero de 2009 este servicio conjuntamente con Flota Suardíaz y que anteriormente hacía en solitario la italiana. El objetivo inicial de esta alianza era poner una segunda unidad a este servicio para pasar de una frecuencia de tres días a la semana a diaria. La ampliación se congeló el pasado año y así sigue por el momento. “Una vez que cambie la tendencia económica, pondremos el segundo barco.
Estos servicios son óptimos cuando tienen salidas diarias y con garantías, con lo que no se rompe la cadena logística”. Actualmente, “al no tener una periodicidad diaria, lógicamente, la carga se va por carretera si ese día no hay barco”, añadió el directivo. Por otra parte, al cierre de esta edición, la naviera italiana seguía negociando con la Autoridad Portuaria de Barcelona para hacerse con la gestión de la futura terminal dedicada al short sea shipping. Grimaldi opera en Trasmediterránea.