El tamaño sí importa

Los clientes buscan un único interlocutor capaz de ofrecer un servicio ‘end to end’, abarcando cada vez más eslabones de la cadena de suministro.

La transformación digital y la transición energética, que requieren fuertes inversiones, junto con la escasez de conductores profesionales, el talón de Aquiles del transporte por carretera, son solo algunos de los principales desafíos del sector. Un escenario propicio para acelerar los procesos de consolidación. Esta tendencia que, sobre todo tras la pandemia, está cogiendo fuerza en España, un mercado excesivamente atomizado, donde compiten grandes empresas tractoras, pymes y autónomos. Solo en el segmento especializado en el transporte y la logística del frío se han registrado en España un total de 45 operaciones corporativas desde 2019, según un informe de M&A elaborado por la consultora ALBIA IMAP, del que da buena cuenta Transporte XXI en esta edición. En Europa, las transacciones llevadas a cabo en el mismo periodo ascienden a 246.

El sector español, con una media de menos de cinco vehículos por empresa, se sitúa a la cola de Europa en tamaño y necesita ganar músculo para mejorar su competitividad. La actual estructura empresarial, más de la mitad de los operadores cuenta solo con un único vehículo, limita el crecimiento de las empresas. El tamaño sí importa. Es clave para tener acceso a financiación, ayuda en la internacionalización y capacidad de atracción y retención de talento, así como para tener más posibilidades de éxito en los tenders. Los clientes buscan un único interlocutor capaz de ofrecer un servicio end to end, abarcando cada vez más eslabones de la cadena de suministro. Además, la consolidación permite aflorar economías de escala significativas, que redundan en un mejor posicionamiento competitivo, en un sector en el que abundan importantes empresas multinacionales que generan una presión importante en precios y servicios.

De momento, las operaciones llevadas a cabo son como una gota de agua en el océano. En España conviven más de 100.000 empresas con vehículos pesados y ligeros autorizados de servicio público, según la estadística del Ministerio de Transportes, con datos a julio de este año. Y precisamente por ello, existe una gran capacidad de concentración. Todo apunta a que los procesos de consolidación seguirán ganando protagonismo. La concentración empresarial es imparable.