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El tráfico de Cererail caerá 100.000 tm en 2010 tras bajar las importaciones

Cerrará el ejercicio con 800.000 tm por la pérdida del tráfico de materia prima para la planta que Abengoa tiene en Salamanca.

Cererail prevé una pérdida de 100.000 toneladas en sus tráficos totales de 2010 como consecuencia de la crisis y de la caída de las importaciones de materia prima. La compañía espera finalizar este año con un movimiento total de 800.000 toneladas, después de perder tráficos significativos, como el de Abengoa en Salamanca

La asociación de interés económico Cererail, pool de vagones especializado en el transporte de cereales con sede central en Madrid, espera finalizar el año 2010 con un tráfico total de alrededor de 800.000 toneladas, lo que representará una caída de en torno a 100.000 toneladas respecto del año anterior. El principal motivo de este descenso se encuentra en la caída de las importaciones de materia prima para las plantas de producción españolas, principal nicho de mercado de la ferroviaria.

En concreto, éste es el principal motivo por el que Cererail ha dejado de operar tráficos para la planta de fabricación de bioetanol del grupo Abengoa en Babilafuente (Salamanca). En el presente año, Cererail no ha movido ningún tren para dar servicio a esta planta, ya que “a pesar de que sigue con unos niveles de producción bastante altos, toda la materia prima que actualmente consume es mercancía nacional”, aclara Santiago Muñoz, director general de Cererail.

La planta de bioetanol de Abengoa en la provincia de Salamanca se nutre principalmente de maíz en la primera parte del año y de cebada en el resto, que en 2010 ha procedido íntegramente de la cosecha nacional, principalmente de Castilla y León. Hasta ahora, Abengoa había recurrido también a las importaciones de terceros países, que llegaban a nuestro país a través de los puertos de Gijón y Villagarcía de Arosa y que Cererail y Renfe transportaban hasta Salamanca. El pasado año, Cererail movió una media de 6.000 toneladas mensuales para esta planta, a las que se sumaban otras 4.000 por parte de Renfe.

En todo caso, estos tráficos no se dan por perdidos a medio y largo plazo por parte de Cererail, ya que la situación del mercado de los cereales es tan fluctuante que puede ser que Abengoa pueda volver a reclamar tráficos de importación el próximo año. Por otro lado, las expectativas que tenía Cererail con respecto a los tráficos de materia prima para la nueva planta de Harineras Villamayor de Plasencia del Monte (Huesca) se han visto recortadas hasta poco más del 10 por ciento de las previsiones iniciales.

La nueva planta, situada junto a una estación de ferrocarril, ha movido por ferrocarril poco más de 10.000 toneladas en los primeros diez meses del año, cuando se esperaba alcanzar un tráfico de entre 80.000 y 100.000 toneladas. Esta situación se explica porque la planta no está alcanzando el ritmo de producción que se esperaba y porque está concentrando el acopio de materia prima principalmente en Aragón.

De esta manera, Cererail está gestionando en estos momentos una media de uno o dos trenes al mes como máximo para Harineras Villamayor. Estos trenes parten hacia Huesca desde los puertos de Barcelona y Tarragona, a los que llegan las materias primas, fundamentalmente trigo.

El ferrocarril español pierde oportunidades

El plan de impulso al ferrocarril de mercancías es una buena noticia para el sector, pero “una cosa son las intenciones y otra las realidades”, lamenta el director general de Cererail, Santiago Muñoz. Continúa sin aplicarse “una política que favorezca realmente el incremento de los volúmenes ferroviarios”. En este sentido,Muñoz hace referencia a tráficos concretos que se está perdiendo el ferrocarril por la falta de unos precios competitivos, como pueden ser la campaña de la pipa de girasol o la exportación de cebada española hacia los países árabes, por poner dos ejemplos.

Renfe sigue presa de sus costes e intenta combatirlo a través del precio, lo que hace que el ferrocarril en determinados tráficos como los anteriormente citados no sea realmente competitivo. Por otro lado, la liberalización del mercado ferroviario de mercancías en España no es tal en la práctica, porque “los nuevos operadores no están haciendo una competencia real a Renfe”.

En el caso concreto de Cererail, la tracción de sus tráficos la realiza Renfe, ya que “tenemos necesidad de una operativa a escala nacional y no hay ninguna empresa privada que nos dé ese servicio”. Además, la posibilidad de una futura privatización de Renfe Mercancías genera “gran número de incertidumbres”.

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