Con 4,5 millones de toneladas hasta agosto, la dársena cántabra logra su mejor registro histórico en los ocho primeros meses del año por el alza de los graneles sólidos en un 19%.
La Autoridad Portuaria de Santander ha contabilizado un tráfico de 4,5 millones de toneladas hasta agosto, un 9,3 por ciento más que en los ocho primeros meses de 2022. Un volumen que supone su alcanzar mejor registro histórico para este periodo.
Según el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, estos resultados posibilitan una proyección para superar los 7 millones de toneladas de tráfico en 2023.
De alcanzarlos, la dársena cántabra tendría un nuevo techo, tras rondar los 6,5 millones de toneladas en 2022, y que rebasaría su actual máximo, alcanzado en 2021, con más de 6,7 millones de toneladas.
Los graneles sólidos, con 2,46 millones de toneladas hasta agosto, se sitúan como el principal dinamizador de las cargas manipuladas en el puerto de Santander, con un incremento del 19,3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Los cereales, la chatarra o el sulfato sódico protagonizan las alzas en este segmento.
Por su parte, la mercancía general, con 1,9 millones de toneladas, creció un 2 por ciento con respecto a los ocho primeros meses del año pasado. En este epígrafe, el tráfico de automóviles se ha incrementado en un 37,7 por ciento mientras que la carga ro-ro subió un 3,7 por ciento, para situarse en 1,58 millones de toneladas.
La terminal de contenedores de Boluda en Santander, puesta en marcha el pasado mes de marzo, ha contabilizado 30.220 TEUs hasta agosto, lo que supone un incremento del 49,8 por ciento con respecto al mismo periodo de 2022.
Por el contrario, los graneles líquidos, que representan el 3 por ciento del total de las mercancías movidas por el puerto, es la única partida que ha sufrido retroceso hasta agosto, con una caída del 27,3 por ciento frente al volumen de los ocho primeros meses de 2022.