El puerto de Barcelona no ha conseguido remontar sus tráficos en los primeros cinco meses del año, eso sí, la caída es insignificante en comparación con la que registró en 2009. El tráfico asciende a 17,1 millones de toneladas hasta mayo, el 1,3 por ciento menos respecto al mismo periodo de 2009, cuando cayó el 22 por ciento.
Los graneles líquidos (4,4 millones de toneladas) bajan el 9,9 por ciento y los sólidos (1,2 millones) descienden el 8,3 por ciento. En cambio, la carga general (10,9 millones de toneladas) crece el 4,6 por ciento y los contenedores (745.409 TEUs) suben el 3,2 por ciento.