La crisis económica se ha traducido en un flashback de tres años para las empresas de transporte combinado que componen la asociación europea UIRR. En total, el tráfico se desplomó un 17 por ciento, lo que supone el primer descenso desde hace diez años. Los envíos no acompañados, que representan seis de cada siete transportes combinados, sufrieron una caída del 19 por ciento (es decir, 500.000 envíos menos que en 2008), un fenómeno sin precedentes en los 40 años de historia de la UIRR. Si se suman los resultados del nuevo socio de la UIRR, el operador IFB, la caída sigue siendo del seis por ciento.
El tráfico de los operadores de la UIRR había crecido a un ritmo anula del 6 por ciento entre 1998 y 2008. Según la asociación, los efectos de la crisis se vieron agravados por las prácticas de las empresas de transporte por carretera, que “para conservar una parte mayoritaria del flujo europeo de mercancías, aplicaron tarifas por debajo de sus costes reales, con la participación necesaria de las Autoridades Públicas”.
De hecho, la UIRR defiende que numerosos países europeos han congelado las inversiones previstas en la modernización de las infraestructuras ferroviarias ante la erosión de la competitividad del ferrocarril. Como consecuencia, los operadores de la UIRR han reducido la frecuencia de sus servicios, si bien también han abierto 21 rutas nuevas en todos los corredores europeos. En cuanto al impacto medioambiental, los tráficos gestionados por las empresas de la UIRR en el año 2009 permitieron reducir las emisiones de CO2 del transporte europeo en 2,25 millones de toneladas.
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