El Covid-19 sigue golpeando a los puertos españoles, que tras perder más de 4,5 millones de toneladas en el cuarto mes de 2020, acumulan un descenso del 1,8 por ciento en el último año móvil.
La ‘hibernación’ de la actividad económica no esencial entre el 30 de marzo y el 9 de abril para frenar la expansión del Covid-19 pasa una gruesa factura al tráfico portuario.
Después del recorte del 7,7 por ciento registrado en marzo, los puertos españoles sumaron en el primer mes completo bajo el estado de alarma una nueva caída del 10 por ciento, tras perder más de 4,5 millones de toneladas de graneles líquidos y mercancía general, según la última estadística facilitada por Puertos del Estado.
De esta forma, el sistema portuario español cerró el primer cuatrimestre del año con un descenso en el tráfico de mercancías del 5,9 por ciento, hasta los 171,19 millones de toneladas, frente a los 181,89 millones manipulados en el mismo período del ejercicio anterior.
En el último año móvil (de mayo de 2019 a abril de 2020), las 28 autoridades portuarias rozaron los 543 millones de toneladas, casi diez millones de toneladas menos que en los doce meses anteriores, lo que sitúa la caída del tráfico en el 1,8 por ciento.
Por su forma de presentación, todos los envases registraron descensos en abril, a excepción de los graneles líquidos, que avanzaron un 3,8 por ciento gracias a las subidas de tráficos como el gas natural y los productos químicos. Este envase, que representa el 35,2 por ciento del tráfico portuario, logró cerrar el primer cuatrimestre en positivo, con una leve subida del 0,7 por ciento, hasta los 60,3 millones de toneladas.
Los graneles sólidos, por su parte, continúan acumulando bajadas. Un 13,4 por ciento en abril y un 17 por ciento durante los cuatro primeros meses del año, con un movimiento de 25,8 millones de toneladas. El organismo portuario que preside Francisco Toledo vincula este descenso, en gran medida, al “cambio de modelo energético que se viene operándose en la industria española, que ha desechado el uso de combustibles fósiles, principalmente carbón, como fuente de energía”.
Por último, la mercancía general cayó un 17,4 por ciento en el cuarto mes del año, al contabilizar 4,1 millones de toneladas menos que en el mismo período del ejercicio anterior. Un descenso más acusado en la mercancía convencional (-35,2 por ciento), que en la carga en contenedor (-10,2 por ciento). En el primer cuatrimestre, el recorte de este envase, el más voluminoso, casi la mitad del tráfico portuario, rozó el 5,9 por ciento, con un movimiento de 85 millones de toneladas.
El tráfico de contenedores, afectado por las cancelaciones de escalas de los armadores, también siguió a la baja. La caída del 13,8 por ciento registrada en abril lleva el acumulado anual en el primer cuatrimestre a un descenso del 6 por ciento, con un movimiento de 5,4 millones de TEUs. Entre los meses de enero y abril, los recortes afectan a todos los segmentos, tanto en el cabotaje ( -7,8 por ciento), como en el transbordo (-5,6 por ciento) -que representa casi el 55 por ciento del tráfico de contenedores-, y los flujos de importación y exportación (-6,2 por ciento).
Al frente de la clasificación por tráfico de mercancías se mantiene el puerto de Algeciras, que repitió prácticamente los mismos registros en el primer cuatrimestre de este año, con un leve repunte del 0,4 por ciento, hasta los cerca de 35 millones de toneladas, sin incluir tráfico interior, pesca y avituallamiento. El puerto de Valencia, por su parte, continúa liderando el negocio del contenedor, con 1,72 millones de TEUs hasta abril (-5,9 por ciento), seguido muy de cerca de Algeciras, con 1,68 millones de TEUs y un crecimiento próximo al 3 por ciento.