Los transportistas catalanes han pedido el mismo trato que sus homólogos aragoneses en los descuentos por circular por la autopista AP-2 y que, como ellos, puedan seguir pasando por la carretera nacional. El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, anunció en septiembre un principio de acuerdo con el Ministerio de Fomento para concluir el tramo pendiente de la autovía A-27 en Tarragona. Acuerdo que pasa por prohibir la circulación de camiones por la nacional N-240 entre Borges Blanques (Lérida) y Montblanc (Tarragona), teniendo que pasar sí o sí por la AP-2.
Se seguiría así el modelo que se aplica en la N-340, con descuentos de entre el 30 y el 50 por ciento por ir por la autopista. De prosperar la propuesta, “supone un agravio comparativo respecto a los transportistas de Aragón”, señalan fuentes de la Feat, la patronal del transporte de la provincia de Tarragona, en referencia al tramo de la AP-2 entre Alfajarín (Zaragoza) y Fraga (Huesca), donde los vehículos pesados tienen un descuento del 75 por ciento y pueden seguir circulando por la nacional. “Pedimos el mismo trato, y si nos prohiben circular por la N-240, la autopista debe ser gratuita”.
“No estamos dispuestos a aceptar pasivamente decisiones de este calado”, alerta la Feat. Este es uno de los temas que abordó el director general de Transportes y Movilidad, Pere Padrosa, con las organizaciones que agrupan al transporte catalán, la Cetcat y la Cot. Se trató del primer encuentro desde que ambas asociaciones se levantaron de la mesa de negociación en mayo. Padrosa confirmó que no se aplicará la Euroviñeta ni se prorrogarán las 44 toneladas.