Casi cinco millones de vehículos movieron los operadores de carretera, marítimo y ferroviarios el pasado año, un 8,3% más que en el anterior, pero todavía un 15% por debajo de los niveles prepandemia, según el informe logístico de Anfac.
Los tráficos de vehículos terminados en España continuaron en crecimiento durante el pasado ejercicio. Un total de 4,97 millones de vehículos fueron transportadas por más de 217.000 camiones, 3.500 trenes, y en barco, lo que supone un incremento del 8,3 por ciento respecto al flujo de 2022, según reflejan los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Su director general, José López-Tafall, destacó, en la presentación de los informes de Anfac de Valoración Logística 2023, que esta actividad, “representa el 10 por ciento de los costes totales del sector español de la automoción. Una industria que exporta 9 de cada 10 vehículos fabricados a más de un centenar de países, generando un saldo positivo en la balanza comercial de 18.800 millones de euros, y que este año se contempla repetir”.
“Los datos del transporte de vehículos nuevos en 2023 reflejan una recuperación del mercado, pero que aún se sitúan bastante por debajo, con unas 880.000 unidades menos, que en los niveles previos a la pandemia”, incidió el responsable de la patronal de los fabricantes de automoción.
El transporte marítimo es el más utilizado por la industria española de automoción al mover 2,74 millones de vehículos el pasado año, con un incremento del 23,1 por ciento con respecto al 2022. Este dato supone una cuota del 55 por ciento del tráfico total de vehículos, tras elevar en 6,6 puntos con respecto a la comparativa interanual.
Tarragona lideró en 2023 el ranking de valoración de puertos con una puntuación de 4,5 sobre 5, seguido por las dársenas de Santander y Sagunto, con 4,4 y 4,2 puntos, respectivamente.
La valoración media de los puertos españoles se mantiene igual, con una puntuación global de 3,9 sobre 5, al seguir lastrada por la saturación en las terminales marítimas, aunque en menor nivel que en años anteriores.
Los aspectos mejor valorados por los fabricantes de automóviles son los relacionados con los trámites aduaneros, la carga y descarga de camiones, seguidos por la accesibilidad por carretera y la manipulación de vehículos en zonas de depósito.
Arancha Mur, directora de área económica y logística de Anfac, expuso que los puertos tienen que prepararse para la logística actual “con irregularidades en sus flujos, cambios en la capacidad de los buques, aumento de vehículos a transportar y de las unidades eléctricas, así como para seguir trabajando en optimizar la conectividad terrestre y en la formación del personal que manipula los automóviles”.
Por su parte, el transporte por carretera movió el pasado año 1,5 millones de vehículos, un 12,9 por ciento menos con respecto a 2022, y que se posiciona como la cifra más baja registrada desde 2013. Este volumen representa una cuota modal del 31,8 por ciento tras perder 7,7 puntos. La reducción de flotas de portavehículos y la falta de conductores siguen siendo un problema persistente que lastrará a este modo también este año, revela el informe de Anfac.
Por ello, Arancha Mur demandó que “no podemos seguir esperando más al incremento de la capacidad del transporte por carretera. Es urgente implementar el aumento de masas y dimensiones, abordando las 44 toneladas y los 4,5 metros de altura. Tiene que realizarse cuanto antes, dado que lleva dos años de retraso la puesta en marcha de una normativa que mejora la competitividad de la industria, sus objetivos ambientales y alivia la falta de conductores”.
La responsable de Anfac también reclamó impulsar un nuevo programa de ayudas a las flotas de bajas emisiones, para que no se vean afectadas por las restricciones ambientales europeas, así como impulsar medidas para retener el talento en el transporte por carretera y hacerlo atractivo a los jóvenes.
Finalmente, el sistema ferroviario movió cerca de 657.500 vehículos, un 17,9 por ciento más que en 2022. Este flujo eleva en 1,1 puntos su cuota modal en un 13,2 por ciento gracias a la normalización de la producción a la recuperación de flujos que se habían desplazado a la carretera por las dificultades de la pandemia y las tensiones geopolíticas.
Mur señaló que la industria de automoción, “que tiene cuotas muy superiores a otros sectores en la utilización del tren, quiere seguir creciendo en el modo ferroviario, por lo que es necesario analizar las barreras que limitan los tráficos internacionales, cuya baja utilización siguió retrocediendo el pasado año”.