La Federación Gallega de Transporte de Mercancías (Fegatramer), que preside Ramón Alonso, aprovechó el reciente encuentro con la nueva directora general de Movilidad de la Xunta, Helena de Lucas, para poner encima de la mesa una batería de medidas para mejorar la competitividad del sector. La hoja de ruta de la patronal incluye la supresión del nuevo impuesto especial sobre el carburante, que sustituye desde 2013 al ‘céntimo sanitario’, declarado ilegal en Bruselas, que la Xunta elevó este año de 1,2 a 4,8 céntimos, el máximo permitido.
“Este impuesto, unido al carácter periférico de Galicia, castiga al sector primario y a los productos de poco valor añadido, que podrían dejar de ser competitivos por el impacto de los precios del transporte”, subrayó Ramón Alonso a TRANSPORTE XXI. La patronal demandó, igualmente, el desarrollo de aparcamientos para camiones en los polígonos industriales, con servicios básicos para los transportistas.
Una vieja reivindicación del sector, que pone el foco en la seguridad de los conductores, víctimas de robos y agresiones. “Somos los grandes olvidados”, apuntó Alonso, tras recordar que “después de una década solicitando a los sucesivos gobiernos de la Xunta áreas de descanso y servicios para los transportistas, poco o nada se ha hecho”. Por último, Fegatramer reclamó una rebaja de los peajes a los camiones que usen de modo habitual las autopistas de Galicia, “inasumibles para el sector”, sentenció Alonso.