Astic prevé que el próximo año estará marcado por la ralentización del crecimiento del sector, el continuo aumento de sus costes y la consolidación de operaciones de fusión y adquisición de empresas.
El transporte internacional de mercancías por carretera crecerá en torno a un 1,6 por ciento en 2024. Sin embargo, el transporte por carretera en España, en términos generales, se espera que registre descensos de volumen, al menos hasta la primera mitad del próximo año.
Así lo reflejan las previsiones de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), que anticipa un próximo año marcado por la ralentización del crecimiento del sector, el continuo aumento de sus costes y la consolidación de operaciones de fusión y adquisición de empresas.
La patronal, que preside Marcos Basante, dibuja un panorama en el que se disparan los gastos de las empresas de transporte como consecuencia de unos costes sociales, financieros y de mantenimiento elevados, camiones y componentes más caros, seguros más gravosos y peajes prohibitivos, como los nuevos de Alemania o Austria.
Por otra parte, Astic recuerda que la organización mundial del transporte por carretera IRU pronostica un agravamiento de la escasez de conductores en Europa, con un 11 por ciento de vacantes sin cubrir en 2024. Esta falta de capacidad continuará limitando la oferta de transporte en Europa, según la patronal española, lo que, junto con los altos costes, presionará los precios del transporte al alza.
A su vez, en lo que se refiere al negocio del transporte en España, las previsiones de Astic pasan por seguir asistiendo a movimientos corporativos relevantes en el ámbito de las fusiones y adquisiciones de empresas del sector, con especial relevancia en la Región de Murcia.
“Si se cumplen las últimas previsiones macroeconómicas de la UE, que no son demasiado optimistas con vientos de estanflación, la demanda de servicios de transporte de mercancías también se estancará”, alerta Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic y miembro del Comité Ejecutivo de Presidencia de IRU.
Por otro lado, los costes disparados “continuarán erosionando la capacidad de mantener los márgenes de nuestras empresas de transporte”, advierte Valdivia. En el caso de los combustibles, aunque han cesado en la presión inflacionista respecto a los peores momentos de 2022, donde su precio llegó a incrementarse hasta un 40 por ciento, “siguen siendo aún sustancialmente más caros que en 2021”, recuerda.
En el lado positivo, Astic destaca que 2023 ha sido un buen año en cuanto a volumen de matriculaciones de vehículos industriales, pese a los problemas de stock, con una cifra cercana a las 3.000 unidades en noviembre, lo que supone un incremento del 17 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Además, “el segundo dato moderadamente optimista” es el consumo de gasoil por parte de camiones pesados que recorren largas distancias, que en 2023 ha subido respecto al año pasado, señalan desde la patronal de transporte internacional.