El sector se muestra cauto y sostiene que “aún es pronto para hablar de recuperación”, a pesar a los síntomas de mejoría percibidos, como el ligero repunte de la actividad.
El transporte por carretera logra poner freno a la sangría del cierre de sociedades y termina 2013 con cerca de 1.500 empresas más y un aumento de la flota del 1,8 por ciento. El sector se muestra cauto y cree que “es pronto para hablar de recuperación”, pese a los síntomas de mejoría percibidos, como el ligero repunte de la actividad
El transporte de mercancías por carretera, un buen termómetro para medir el estado de la economía, empieza a mostrar ciertos síntomas de mejoría que invitan al optimismo de cara a este nuevo año que acaba de entrar, aunque aún es pronto para hablar de recuperación. El sector ha logrado poner freno a la sangría del cierre de sociedades, una constante en los últimos años, y cierra el año 2013 con cerca de 1.500 empresas más, según los datos del registro general hasta el 12 de diciembre recogidos en la página web de Fomento.
Un pequeño avance teniendo en cuenta que desde el estallido de la crisis han desaparecido más de 22.000 empresas, pero, por lo menos, “se ha dejado de ir a peor cada día”, lo que ya es un “signo positivo”, como reconoció a este periódico el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa. Y es que este ligero crecimiento del número de empresas en el mercado, próximo al 1,4 por ciento, no se producía desde 2011, año en el que la estadística facilitada por el Ministerio también reflejó un cambio de tendencia, que finalmente no se consolidó ante la entrada en una segunda recesión.
Los guarismos sobre la evolución del número de autorizaciones de transporte público de vehículos pesados y ligeros con tracción propia también son positivos. A falta del cierre definitivo del ejercicio, el sector dispone de 5.770 tarjetas más que a 1 de enero de 2013, hasta situarse en un total de 312.967 a mediados de diciembre, lo que supone un aumento de la flota próximo al 2 por ciento. Una ligera recuperación que el sector vincula al adelanto de las compras de camiones, ante la entrada en vigor a partir de este año de la normativa Euro 6, lo que supondría acometer una mayor inversión, que al progresivo aumento de la actividad, propiamente dicha.
Y es que esta leve mejora, a todas luces insuficiente, todavía mantiene el mercado a años luz de los niveles anteriores a la crisis, cuando se llegó a registrar un máximo de 385.098 autorizaciones, lo que sitúa la caída desde entonces en el 18 por ciento. Los últimos observatorios de costes, precios y actividad de la cartera que dirige Ana Pastor también son esperanzadores (ver gráficos adjuntos). Las toneladas transportadas, en caída libre desde la segunda mitad del año 2011, llevan dos trimestres consecutivos de aumento, lo que atisba un repunte de la actividad.
En concreto, ésta registró un incremento del 3 por ciento entre julio y septiembre, con respecto al trimestre anterior, pese a comprender el período veraniego, época de baja producción. Sin embargo, en comparación con el trimestre del año anterior, el descenso fue del 5,3 por ciento, a excepción del transporte internacional, cuya actividad subió un 8,1 por ciento al calor de las exportaciones españolas. Además, en el acumulado anual hasta septiembre también pintan bastos para el sector, con un descenso del tráfico del 13 por ciento. “El volumen de toneladas transportadas es el mismo que teníamos en el año 2000. Esto supone un retraso de 13 años”, manifestó de forma contundente Julio Villaescusa. Lo mismo ocurre con la evolución de los costes y precios.
Los costes, empujados por el descenso interanual de la partida de combustible en un 4,1 por ciento, han caído ligeramente, al tiempo que los precios registraron un incremento generalizado del 1,6 por ciento, que se acercó al 3 por ciento en los recorridos superiores a los 300 kilómetros. Una combinación que ha supuesto un balón de oxígeno para las maltrechas cuentas de explotación de las empresas del sector, que, sin embargo, se encuentran aún en una situación delicada. Así las cosas, no es de extrañar que el sector se muestre cauto e insista en que habrá que esperar a conocer los resultados de los próximos trimestres, cuarto de 2013 y primero de 2014, con las Navidades de por medio, para ver si se puede hablar de un cambio de tendencia.
“Antes nos decían que había brotes verdes y ahora nos dicen que se ve la luz al final del túnel”, aseguró el presidente de Fenadismer, que cree que “el panorama es muy complicado”. Villaescusa está convencido de que “se está tocando fondo”, pero advierte que “estamos metidos en un pozo, y bastante profundo”. En la misma línea se pronunció el presidente de la patronal Astic, Marcos Basante, que subrayó a este periódico que “el sector del transporte por carretera sigue en crisis galopante”. Eso sí, Basante cree que “aún no se ha tocado fondo”.
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