El arranque operativo de la Autopista Ferroviaria entre el Puerto de Valencia y Madrid llevan a ambos operadores a solicitar la extensión del servicio a Lisboa completando una inversión global de 40 millones de euros.
El transporte de mercancías en España está girando en España hacia la sostenibilidad. La apuesta de Transitalia y Tramesa con la inauguración de su autopista marítimo-ferroviaria entre Madrid y el interior de Italia, a través del Puerto de Valencia, es la prueba más palpable de que el sector está avanzando hacia la modernidad, escribiendo un nuevo capítulo en su necesidad de impulsar un negocio sin emisiones. Y es el primer paso.
El segundo será extender el servicio hasta Portugal, concretamente a Lisboa, en el plazo de 12 meses, “para lo cual es primordial que avancen las conversaciones con los responsables del Corredor Atlántico”, señaló Jesús Calvo, director general de Tramesa, que adelantó que “nosotros estamos preparados comercial y técnicamente para poner en marcha nuestro proyecto transpeninsular”.
La autopista ferroviaria, un proyecto impulsado por Transitalia y Tramesa, en colaboración con Adif y el Puerto de Valencia, bajo tracción de la empresa ferroviaria portuguesa Medway, va a permitir sacar más de 300 semirremolques semanales de la carretera a lo largo del segundo semestre de este año, con una previsión de duplicar esta cifra durante el próximo año. El objetivo es lograr movilizar 4 trenes semanales por sentido, semirremolques que posteriormente son embarcados en los servicios de Autopistas del Mar de la naviera italiana Grimaldi.
Ambas empresas dieron ayer a conocer la operativa que se realiza en la nueva terminal de transporte combinado del Puerto de Valencia, donde se produce la carga y descarga de los semirremolques y su traslado a la instalación de Grimaldi en el Dique del Este del enclave. Con esta apuesta, Transitalia consigue abrir un corredor libre de carbono entre Madrid y el corazón de Italia, al permitir enviar los semirremolques por tren y barco, ahorrando así emisiones de CO2 a la atmósfera, según señaló su consejero delegado Luigi D´Aura.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar Chao, que acudieron a la puesta de largo de la autopista marítimo-ferroviaria, pudieron comprobar el cambio que supone para el sector del transporte de mercancías la iniciativa de Tramesa y Transitalia.
Óscar Puente señaló que “el transporte necesita un cambio de paradigma” con proyectos como el de la Autopista Ferroviaria y adelantó que el Ministerio de Transportes tiene en estudio otros 18 itinerarios de la mano del sector privado. Puente explicó las bondades del proyecto de Autopista Ferroviaria, indicando que “en seis años se amortiza la inversión” que ha sido de 20 millones de euros entre la aportación de las empresas y la administración.
La segunda fase del proyecto, la extensión de la Autopista Ferroviaria, entre Madrid y Lisboa, tendrá un coste de 20 millones de euros, por lo que “el proyecto global supondrá una inversión público-privada de 40 millones de euros.
Por su parte, la presidenta del Puerto de Valencia. Mar Chao, señaló que el enclave y los operadores han sabido superar las limitaciones de falta de espacio que había en el Dique del Este para acometer este proyecto “con una grúa innovadora con una de sus patas encima del espaldón del dique”. Además, avanzó que “el objetivo es enlazar este servicio con Lisboa y con el Corredor Cantábrico-Mediterráneo”.
En esta línea, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, indicó que, con este proyecto, “el puerto va por muy buen camino”, valorando que la iniciativa “es una acción seria y decidida por la colaboración pública y privada en detrimento del transporte por carretera para abordar su descarbonización”.
Por último, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, señaló que la inversión “nos coloca en una situación de privilegio, siendo la principal conexión del Mediterráneo con un concepto de la intermodalidad no vistos hasta ahora para conectar España, Italia y Grecia”.
La inauguración de la Autopista Ferroviaria congregó a gran parte de la comunidad portuaria y logística. Varios empresarios coincidieron en señalar, a preguntas de Transporte XXI, que “sería estratégico que apuestas como esta se puedan extender a otros operadores, con la confección de trenes multicliente, que permitan a otras empresas de transporte y pequeños operadores poder subir sus semirremolques al tren”, siempre que estén adaptados a los requerimientos de la Autopista Ferroviaria.