Flotistas observan un “mercado sin inversión en activos” ante la escasa rentabilidad de un negocio que sobrevive al límite bajo el gran dominio del transitario con precios bajos
El transporte terrestre de contenedores en el puerto de Valencia, un negocio anual de 300 millones de euros, sigue sobreviviendo al límite, en un mercado sin inversión en activos fijos, precios bajos y con escasa rentabilidad, bajo el gran dominio de la intermediación. Los transitarios manejan el único y verdadero poder del mercado, la carga.