Llama la atención que temas importantes para el transporte, como la escasez de conductores, o la pérdida de competitividad por la subida de los costes apenas hayan aparecido en el debate
Escribo esta columna días después de las elecciones del 23 de julio. Los resultados, que tanto sorprendieron a las encuestas, marcan un panorama incierto en la política española. No salen las cuentas para un gobierno de derechas, y un gobierno de izquierdas y nacionalistas tampoco parece fácil ni de lograr, ni de gestionar. En el horizonte se vislumbra la posibilidad de una repetición de elecciones, con el consiguiente cansancio de los españoles y las sorpresas que puedan deparar los resultados. Sea lo que fuere, merece la pena valorar lo que los líderes políticos han dicho del transporte que es lo que interesa a los lectores de Transporte XXI.
Sin duda el tema que ha ganado por goleada ha sido el del pago por uso de las carreteras. Alberto Núñez Feijóo lo sacó en el “cara a cara” con Pedro Sánchez. El presidente lo negó. Al día siguiente, el director general de Tráfico, Pere Navarro, dijo que no había más remedio que aplicarlo. La ministra lo Transportes, Raquel Sánchez, lo desmintió. La CE dijo que efectivamente había un compromiso de España que condicionaba el desembolso de los fondos de recuperación. El presidente del gobierno de España rectificó para aclarar que, efectivamente, era cierto, pero se estaba intentando buscar una solución para no perjudicar a los españoles y a la vez satisfacer a la UE.
Sea lo que fuere, el tema no parece haber tenido un impacto tan importante en las elecciones. Quizás porque a los españoles, en el fondo, no nos importa tanto que nos cobren por usar las carreteras, o quizás porque tenemos preocupaciones de mayor calado.
Llama la atención también que otros temas importantes para el transporte, como la escasez de conductores, o la pérdida de competitividad por la subida de los costes apenas hayan aparecido en el debate.
José Manuel Vassallo
josemanuel.vassallo@upm.es