La filial española de la multinacional estadounidense Viserion International ampliará la actividad de la instalación, dedicada a la molienda de soja, a la producción de proteína vegetal, un producto que actualmente se importa.
Elian Barcelona, filial de la multinacional estadounidense agrícola Viserion International, ha culminado la compra de la planta de molienda de soja que estaba en manos de la también norteamericana Cargill en el puerto de Barcelona. Viserion Internacional anunció el pasado otoño la operación, que cuenta con el respaldo financiero del fondo Pinnacle, cuyo importe no ha trascendido.
La compra ha culminado una vez recibido el visto bueno de la Autoridad Portuaria de Barcelona. La planta ocupa una concesión de 46.000 metros cuadrados de superficie en el muelle Álvarez de la Campa y tiene una capacidad de molturación de soja de más de 700.000 toneladas.
Su ubicación estratégica en la dársena catalana, “la convierte en una infraestructura clave para la importación y procesamiento de materia prima esencial para la industria cárnica en España, con foco principal en Cataluña y Aragón”, señala un comunicado de Elian Barcelona. Además, desde la planta se exporta aceite y harina de soja en el área mediterránea de Europa y África.
Elian Barcelona diversificará la actividad de la planta con la producción de proteína vegetal sostenible para alimentación humana. Actualmente, “estas materias primas deben importarse de Estados Unidos, China o Sudamérica, con lo que la creación de esta nueva capacidad de producción local significará una oportunidad estratégica reduciendo la huella de carbono”. Elian Barcelona, fundada en enero de 2021, “se posiciona para conectar de manera integral la cadena de suministro, desde los agricultores en origen hasta los consumidores en Europa” con la operación.
El puerto de Barcelona cuenta con dos plantas para la molienda de haba de soja, la de Elian Barcelona y la de Bunger Ibérica. Recientemente, Repsol anunció la entrada en el accionariado (40 por ciento) de Bunger, que tiene otras dos plantas en los puertos de Bilbao y Cartagena.