La frágil dimensión de los flotistas y el auge del ferrocarril abren un año negro en Valencia, con bajos precios y exceso de oferta.
La patronal ELTC mantiene en el punto de mira de sus críticas la política comercial que vienen realizando con descuentos en el transporte consignatarias y transitarias en el puerto de Valencia. La frágil dimensión del sector y el auge del ferrocarril abren la expectativa de un año negro para los flotistas con bajos precios y exceso de oferta.
La asociación ELTC, que integra a un centenar de flotistas, empresas y agencias de transporte de contenedores del puerto de Valencia, ha vuelto a disparar contra la política comercial que realizan consignatarias y transitarias.
A través de su portavoz Carlos García, la patronal, bajo el paragüas de la FVET, dirige sus críticas hacia “una buena parte de los consignatarios y transitarios”, a los que acusa de estar “apretando cada día más al transportista, aplicando mayores descuentos y reducciones sobre los precios del transporte, ignorando las subidas de los precios del combustible o las obligaciones legales en cuanto a los plazos de pago”, advirtiendo que “cada vez se paga menos por un servicio de transporte, en muchos de los recorridos no se gana dinero y los precios son especialmente ruinosos para los transportistas en el caso de los servicios a Madrid, Castellón y Alicante, salvo para unos pocos vinculados a algún operador que pueden ir y volver cargados”, en clara referencia a la naviera suiza MSC.
Desde ELTC se enfatiza que “los transportistas atraviesan una situación crítica, la mayoría está al límite de sus posibilidades económicas”, matizando que “en 2011 la actividad import-export de contenedores llenos ha mantenido el nivel de medriocridad de años precedentes, motivo por el cual el sector ha seguido con sus procesos de ajuste, parando vehículos, despidiendo conductores y reduciendo la necesidad de colaboración con otros transportistas”. A esta situación se añade la subida del 17,75 por ciento que experimentó el gasóleo en 2011 y la desaparición en 2012 de la compensación por el gasóleo profesional.
“Va a ser el peor año de la crisis y observaremos caídas notables”. Con esta frase se expresaba un flotista consultado por TRANSPORTE XXI, matizando que “el negocio está en la desesperación, sin mínima dosis de autocrítica. Hoy estamos pagando nuestra frágil dimensión en comparación con navieras, transitarias y cargadores que nos imponen las condiciones”.
Fuentes empresariales afirman que “las cosas están fatal, hay quien está rodando a 0,70 euros el kilómetro, lo que hoy significa poner la vida, es la locura”. Operadores no asociados consultados afirman que “Transcont y ELTC no saben dónde están. Su postura es de desesperación, porque no se dan cuenta del crecimiento que ha experimentado el ferrocarril (más de un 60% en 2011)”, matizando que “antes se movían y asustaban, ahora cada flotista hace los tráficos con sus clientes con camiones propios.
El mercado está liberalizado y se han quedado anclados en el pasado y pensando que son los dueños del corral”. Desde estos medios se advierte que “la caída de actividad en el inicio de 2012 está por encima del 20 por ciento”, lo que se viene a contradecir con el escenario optimista que trasladan los tráficos import-export del puerto de Valencia, que presentaban un crecimiento del 5,7 por ciento en enero con un movimiento de 174.133 TEUs (incluido contenedores vacíos).