La reciente entrega de la superficie para la planta regasificadora de Enagás abre la puerta a los otros cuatro proyectos previstos.
El futuro escenario del puerto de Gijón empieza a tomar forma. La reciente entrega de la superficie para la planta regasificadora de Enagás ha abierto la puerta a los otros cuatro proyectos previstos, como son la construcción de una central de ciclo combinado, una nueva terminal de graneles sólidos, otra para líquidos y una tercera para contenedores y carga general
La ampliación del puerto de Gijón, una vez despejadas las dudas sobre la financiación del sobrecoste de las obras tras cerrar con Fomento la concesión de un préstamo estatal de 215 millones, avanza con paso firme. A un año vista para la conclusión de la obra civil, la reciente entrega a Enagás de una superficie de 21 hectáreas ganadas al mar para la construcción de una planta regasificadora ha abierto la puerta a los otros cuatro proyectos previstos en la zona de expansión. En concreto, la construcción de una central térmica de ciclo combinado, una nueva terminal de graneles sólidos, otra de graneles líquidos y una terminal para contenedores y mercancía general, que se ubicará en las actuales instalaciones de la terminal granelera (ver ilustración).
Como ya adelantó este periódico, la planta regasificadora de Enagás, cuya entrada en servicio se prevé para dentro de tres años, absorberá una inversión de 377 millones y aportará un tráfico de 3,5 millones de toneladas anuales en pleno funcionamiento, lo que supone un movimiento de unos 100 buques al año. Esta planta convertirá al puerto de Gijón en un importante polo energético, que se completará con la construcción de una central de ciclo combinado en la explanada de Aboño, que se disputan actualmente las empresas Endesa Generación y HC Energía.
La Autoridad Portuaria de Gijón, que preside Fernando Menéndez Rexach, dará luz verde a este proyecto en breve, probablemente a lo largo del próximo mes, según señalaron a este periódico fuentes del organismo portuario. La instalación se desarrollará sobre una parcela de 6,8 hectáreas y la inversión rondará los 300 millones de euros. Al mismo tiempo, el puerto contará con una nueva terminal de graneles líquidos, que ocupará entre 60.000 y 125.000 metros cuadrados de superficie, junto a la futura planta regasificadora, con un tráfico previsto de un millón de toneladas anuales.
En principio, la nueva planta no competirá con las tres terminales que operan en la dársena, ya que la intención es captar nuevos tráficos. El 15 de diciembre finaliza el plazo para la presentación de ofertas. Nueva terminal granelera Uno de los principales pilares sobre los que se sustenta el plan de desarrollo del puerto de Gijón es la construcción de una nueva terminal granelera que permitirá mejorar la oferta de las actuales instalaciones de la sociedad Ebhisa, cuyo accionista de referencia es la Autoridad Portuaria de Gijón. La nueva instalación, con una capacidad de descarga de 25 millones de toneladas al año, frente a los 17 millones de toneladas actuales, dispondrá de una línea de atraque de 1.250 metros y posibilitará el atraque simultáneo de tres bulkcarriers de 230.000 toneladas.
La puesta en marcha de esta nueva terminal granelera permitirá al puerto de Gijón destinar las actuales instalaciones de Ebhi para contenedores y carga convencional. El objetivo de la Autoridad Portuaria es captar tráfico de contenedores en tránsito. En este sentido, se pretende aprovechar la saturación de los puertos del norte de Europa para captar un millón de toneladas de mercancías procedentes de China, mientras que las líneas propias de mercancía general en contenedores seguirán en los muelles de La Osa.