Grimaldi pide que “los reguladores fijen objetivos flexibles” en materia medioambiental porque las nuevas reglas “penalizan” al sector y “aumentarán un 50% el coste del fuel”.
Grimaldi reclama a los reguladores que fijen objetivos razonables en materia medioambiental, que no penalicen al sector. Afirma que “en el shipping seguimos en un escenario de riesgo”, porque “el coste del combustible aumentará un 50%” a partir de 2015, cuando sea obligatorio consumir fuel con un contenido máximo de azufre del 0,1%.
Con motivo de la 17 Convención Euro-Med From Land to Sea de Grimaldi, celebrada en la isla italiana de Ischia el pasado 25 de octubre, el armador napolitano aprovechó para enviar un claro mensaje de advertencia a los reguladores, caso de la Organización Marítima Internacional (OMI) y de la Union Europea, de que tienen que ser “más flexibles” en los objetivos medioambientales que han impuesto al shipping. A partir de 2015, a la vista de las nuevas reglas IMO, los armadores estarán obligados a consumir fuel con un contenido máximo de azufre del 0,1 por ciento en las Áreas de Control de Emisiones (SECA), lo que “incrementará un 50 por ciento el coste del combustible con efectos muy contraproducentes” para el sector, asegura Emanuele Grimaldi.
El armador sabe de lo que habla. Con un flota en propiedad de más de 100 barcos, “el gasto del grupo en combustible es de 800 millones al año”, es decir, el 30 por ciento de su facturación consolidada, que fue de casi 2.700 millones en 2012. El mensaje de Grimaldi no fue optimista. “Aunque hay luz al final del túnel en algunos sectores, en el marítimo muy pocas cosas han cambiado, y todavía nos movemos en un escenario de bastante incertidumbre y riesgo: el precio del fuel es aún muy alto; los flujos de carga sufren fluctuaciones profundas debido a la inestabilidad política y la crisis económica; y la disponibilidad de liquidez permanece como una incógnita para los sistemas económicos y las compañías”. El naviero puso en valor el esfuerzo de su grupo para reducir los costes en el capítulo del fuel.
“El objetivo estratégico es reducir el consumo por tonelada transportada, lo que se ha alcanzado gracias a las inversiones en nuevas construcciones. Con la entrega de las últimas ocho unidades en 2012, el grupo completó un ciclo de inversiones de 25 nuevos barcos. Todos estos buques tienen igual o menos consumo que los barcos más antiguos y de menor tonelaje a los que están reemplazando, con lo que mejoramos espectacularmente la eficiencia y la carga transportada por tonelada de fuel consumida. El mismo efecto tendrá la entrega de 11 nuevas construcciones en los próximos tres años. En 2013 también hemos invertido 10 millones de euros en `tecnología verde’ en otros 17 barcos con un ahorro de hasta el 10 por ciento en el consumo de combustible”.
EN BUSCA DE FUEL BARATO
Pese a los logros conseguidos en este capítulo, el grupo ha creado una unidad especial para monitorizar soluciones innovadoras en el mercado de suministro, tales como el LNG, sobre todo para hacer frente a las citada regulación de IMO de 2015, que hará obligatorio el uso de combustible marino con un contenido máximo de azufre del 0,1 por ciento en las áreas SECA. En relación al LNG como combustible alternativo para los buques, José Alberto Carbonell, director del puerto de Barcelona, expuso los trabajos que está desarrollando la dársena española para ser la primera del Mediterráneo en suministrar este producto a sus clientes a partir de 2014. Según Grimaldi, “todo lo anterior no anula la posibilidad de encontrar otros caminos para proporcionar fuel barato a nuestros barcos.
De hecho, hay mucha capacidad de mejora en el campo del suministro y las refinerías podrían incluso comenzar a producir combustible con 0,1 por ciento de azufre a precios más aceptables”. Pero cualquiera que sea la solución elegida por los operadores marítimos, “los reguladores deberían admitir que no existen herramientas efectivas para enfrentarse satisfactoriamente a las regulaciones del contenido máximo de azufre del 0,1 por ciento. Mientras los armadores responsables aceptamos que las emisiones de carbono y azufre deben ser abordadas, es importante que los reguladores fijen objetivos flexibles”, afirmó contundente Grimaldi.
El armador italiano no ahorró detalles a los casi 500 asistentes al acto. “La diferencia de precio entre el combustible con alto contenido de azufre y el fuel con un máximo del uno por ciento utilizado actualmente en la zona SECA es estrecha. Esta diferencia no cambiaría significativamente para una mezcla del 0,5 por ciento. Por el contrario, el fuel con un contenido máximo de azufre del 0,1 por ciento tendrá un coste muchísimo más elevado”, añadió.
A más a más, “los armadores podíamos habernos enfrentado con facilidad a las reglas que imponen un combustible con un contenido máximo de azufre del 0,5 por ciento: habría reducido ocho veces las emisiones de azufre comparada a la regulación previa límite del cuatro por ciento a un coste razonable. Conseguir una más elevada reducción hasta el 0,1 por ciento en lugar del 0,5 por ciento incrementará un 50 por ciento el coste del combustible con efectos contraproducentes”. Concluyó Grimaldi que “es esencial que cualquier regulación resultante no penalice al sector marítimo, el medio de transporte más cuidadoso con el medio ambiente comparado con otros modos de transporte mucho más intensivos en las emisiones de carbono”.