No apoya el acuerdo del Consejo de Transportes, que aprueba la tasa para camiones, aunque se arrepiente de no haber impulsado esta iniciativa en la presidencia de la UE.
España mantiene los acuerdos firmados con el transporte por carretera y vota en contra de la reforma de la Euroviñeta. Aunque de puertas para adentro se lamenta de no haber impulsado esta iniciativa en la presidencia española de la UE, no apoya el acuerdo del Consejo de Transportes, que sólo afecta a los camiones de más de 3,5 toneladas
El Consejo de Transportes de la Unión Europea da luz verde a la ‘Euroviñeta’ con la oposición de España, que mantiene los acuerdos de octubre de 2008 firmados con el sector del transporte por carretera, aunque de puertas para adentro, como ya adelantó este periódico, se arrepiente de no haber impulsado este impuesto durante la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010.
La reforma de esta directiva, que ya se aplica en varios países europeos, como Alemania y Suiza, permitirá a los Estados que decidan introducirla aumentar los peajes entre 3 y 4 céntimos de euro por kilómetro de media en todas las carreteras. La norma, que sólo se aplicará a los camiones de más de 3,5 toneladas y no a los turismos, constituye un fuerte varapalo económico para el transporte español internacional, que ya está viviendo una situación complicada por la caída de actividad como consecuencia de la crisis.
Fuentes del sector calculan que la Euroviñeta podría suponer un coste adicional de más de 4.000 euros mensuales por camión en el caso de los vehículos pesados que realicen una media de 10.000 kilómetros.
El propio ministro de Fomento, José Blanco, indicó al término del encuentro con sus homólogos europeos que “la norma penaliza negativamente a los países periféricos” y mantuvo su compromiso de no aplicar ninguna tasa a los transportistas españoles en la presente legislatura. Además, España tratará de lograr una minoría de bloqueo para impedir que se endurezca la normativa.
La postura adoptada por el Ejecutivo de Zapatero, a la que se sumaron otros países como Italia, Holanda, Portugal e Irlanda, ha obligado a flexibilizar el texto respecto a la propuesta inicial, cuya tramitación arrancó en el año 2008. Blanco destacó, en este sentido, los avances logrados que favorecen al transporte español, en referencia a los nuevos plazos de exención al pago por contaminación para los camiones con menos emisiones contaminantes.
De esta forma, los vehículos que cumplen actualmente el estándar más respetuoso con el medio ambiente, los denominados ‘Euro 5’, quedarán exentos del pago hasta el 1 de enero de 2014. Desde esa misma fecha, en la que entrará en vigor un estándar aún más riguroso por lo que respecta a las emisiones, el ‘Euro 6’, los camiones que lo cumplan podrán a su vez beneficiarse de una exención hasta el comienzo del año 2018.
Al mismo tiempo, se ha conseguido que los vehículos menos contaminantes, una vez finalizados los plazos de exención, pasen a pagar en su caso 2 y 1 céntimos de euro por kilómetro recorrido, en función de si circulan por vías suburbanas o interurbanas. Se trata de una cifra que recorta a un tercio y a la mitad, respectivamente, la inicialmente propuesta por Bruselas, que era de 3 y 2 céntimos dependiendo del tipo de vía.
Las objeciones españolas permitieron igualmente recortar otro de los capítulos de la propuesta de reforma legislativa. En concreto, el que permite incrementar el coste a los vehículos pesados durante las horas de mayor tráfico. En este sentido, el acuerdo político, que será analizado ahora por los eurodiputados, no sólo limita a cinco el número de horas que pueden ser consideradas como ‘hora punta’ -frente a la propuesta inicial, que las fijaba en seis-, sino que también pone techo al sobreprecio máximo que puede cobrarse por circular durante ese período, que pasa del 300 por ciento sobre la tarifa básica propuesto en un primer momento al 175 por ciento.
Pese a los avances logrados, España no comparte los términos finales del acuerdo. En opinión del ministro José Blanco, “la propuesta no aborda de manera global la incorporación de los denominados costes externos y atiende sólo a uno de los modos de transporte, lo que podría desencadenar distorsiones de la libre competencia entre ellos”. Por su parte, Etienne Schouppe, secretario de Estado del Ministerio Federal de Movilidad y Obras Públicas de Bélgica, que ostenta la presidencia de turno de la unión Europea, subrayó la importancia del acuerdo adoptado por el Consejo de Transportes de la UE al precisar que “constituye un avance histórico en los esfuerzos dirigidos a gestionar de manera responsable el transporte de mercancías en Europa”.
Los principales defensores de la iniciativa son Alemania, que ya aplica la Euroviñeta, y Francia, que la implantará a partir de 2012. Ambos países quieren reducir los problemas de congestión y contaminación generados por los camiones que cruzan sus países con las nuevas tasas por el uso de las carreteras. Por su parte, la Unión Internacional de Transporte por Carretera (IRU), advierte del peligro de la internacionalización de los costes del transporte por carretera sobre las economías europeas en el corto y largo plazo. En el caso concreto de España, el estudio de la patronal estima que la Euroviñeta supondría un coste de 4.406 millones de al PIB español en el año 2030, en el escenario de máxima aplicación de la tasa.
Portugal estrena una euroviñeta caótica en su forma de pago
La entrada en vigor de la euroviñeta portuguesa se ha convertido en una auténtica chapuza. Ante la imposibilidad de conseguir en el mercado los medios técnicos de pago correspondientes, las autoridades lusas han recurrido a un sistema provisional que consiste en facilitar aparatos enmodalidad prepago, que cuestan 127 euros para los camiones y que se pueden adquirir en estaciones de servicio ubicadas en las autovías sujetas a las nuevas tasas.
Este dispositivo, sin embargo, impide que se pueda identificar lamatrícula del vehículo, lo que provoca que no se pueda obtener la factura correspondiente para la desgravación de los peajes pagados. Esta situación de “incertidumbre enorme”, según el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, ha dado lugar a que esta asociación haya presentado una queja formal ante el Gobierno luso de la mano de la patronal portuguesa ANTP.
Precisamente en Portugal existe en estosmomentos un contigente de 50.000 transportistas que han cursado las correspondientes solicitudes para conseguir los dispositivos de pago que “no saben siquiera cuándo los recibirán”, alerta Villaescusa. Desde Fenadismer entienden que la caótica situación debe llevar aparejado un período de cadencia en el que “esperamos que no se lleve a cabo la aplicación de sanciones para los transportistas españoles”, tal y como sucedió en su momento con la fase inicial de implantación de la euroviñeta en Alemania.
La tasa prevista en Portugal se sitúa en los 0,13 euros por kilómetro para los camiones, es decir, 130 euros a los 1.000 kilómetros. Las autopistas lusas en las que se aplica la euroviñeta desde el 15 de octubre son las de Norte Litoral, Grande Porto y Costa de Prata. A las que se sumarán desde el 15 de abril de 2011 las de Interior Norte, Beiras Litoral e Alta, Beira Interior y Algarve.