Bruselas dará un espaldarazo a las conexiones de transporte al asignar el próximo año 11.900 de los 26.000 millones previstos para financiar el programa ‘Conectar Europa’.
El Gobierno español está obligado a hacer los deberes para asegurarse un buen pedazo del pastel de los fondos europeos para infraestructuras de transporte. Bruselas dará un espaldarazo a las conexiones europeas al asignar el próximo verano 11.900 de los 26.000 millones de euros previstos para financiar el programa ‘Conectar Europa’.
El Gobierno español tiene de plazo hasta el 26 de febrero de 2015 para presentar una oferta atractiva de proyectos para obtener financiación del mecanismo ‘Conectar Europa’, dotado con 26.000 millones de euros en el período 2014-2020, pero que ya empleará casi la mitad de ellos (11.900 millones) el próximo año. Se trata de “una oportunidad y un desafío” para que España ponga en marcha “el mayor número de proyectos posible”, apuntó Bernardo Urrutia, miembro de la Dirección General de Transporte y Movilidad de la Comisión Europea, en un acto informativo celebrado en Madrid. Urrutia advirtió que “la prioridad de la CE es concentrar los recursos que tenemos en lo ya planificado, así que lo que no esté ya planificado difícilmente se hará”.
Además, matizó que “nuestro objetivo es que se utilice hasta el último euro de estos fondos”. Por lo que instó al Ejecutivo español a presentar proyectos sólidos, porque “son los que se van a llevar el gato al agua”. El representante del organismo europeo, que se mostró muy pragmático en toda su intervención, advirtió a los responsables de la Administración española que “si no somos capaces de hacer este esfuerzo, vamos a perder una gran oportunidad” y recordó que “España ha tenido en el pasado tasas elevadas de utilización de fondos europeos”, lo que a su juicio tendría que tratar de repetirse en esta oportunidad.
El mecanismo ‘Conectar Europa’ ha arrancado con una dotación tan alta en su primer año de vida porque “hemos realizado una estimación y entendemos que esos 11.900 millones representan la cantidad que se puede absorber a corto plazo en los distintos proyectos”. Además, Urrutia reconoció que “no nos podemos permitir que fondos disponibles no se utilicen”, puesto que “el objetivo que se persigue esta vez es diferente al que se tenía con el anterior proyecto (TEN-T), ya que ahora se pretende apoyar a la economía real por todos los medios” y es que “el impacto real sobre el empleo va a ser una constante”.
En este sentido, Urrutia dejó traslucir que la mayoría de los principales proyectos contemplados en el mapa de la red básica relacionados con España (corredores Atlántico y Mediterráneo) saldrán adelante si el Gobierno español se lo propone porque “hay fondos suficientes”. Así, recordó que ‘Conectar Europa’ triplica la cifra de financiación prevista por su antecesor (TEN-T) que se quedó en 8.000 millones de euros para el período 2007-2013. Además, las oportunidades de financiación europea para conexiones de transporte parece claro que se ampliarán si se atiende a las manifestaciones realizadas en este sentido por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claud Juncker. Por tanto, la Administración española tienen apenas cinco meses para ponerse manos a la obra y presentar sus proyectos ante la Comisión Europea.
A partir de ahí, se establecerá “una evaluación externa” realizada por expertos independientes sobre cada proyecto. Una vez emitido su informe, éste será analizado por la CE, que será la que tomará la última decisión. La relación de proyectos aprobados se conocerá en torno a los meses de junio y julio del próximo año. Urrutia aseguró que está previsto que “hasta el 40 por ciento de la ayuda se abonaría al Estado correspondiente en un plazo no superior a los 30 días”. De esta manera, los proyectos aprobados contarían con financiación contante y sonante ya desde los meses de septiembre y octubre de 2015. Por otro lado, cuestionado por el cierre de la autopista del mar de Gijón, el representante de la Dirección General de Transportes de la CE recordó que “apostamos muy fuerte en su día por ella.
Asumimos el riesgo de que los tráficos no se correspondieran con el esfuerzo”. La realidad, sin embargo, es que “es difícil mantenerla abierta si no hay transferencia de tráficos, pero si las circunstancias se vuelven a dar se volverá a reabrir”. En todo caso, “la iniciativa ahora está más en el lado de los Gobiernos francés y español, que son los que podrían reactivarla”. Por el contrario, señaló que “la autopista del mar de Vigo garantiza los tráficos de PSA y la zona industrial de Vigo”. En este aspecto, “nos movemos por criterios económicos” y “nos da pena que los proyectos no funcionen, pero esto da idea de que asumimos riesgos”, insistió.