Un tribunal de Nueva York echa por tierra la demanda contra ABS, la clasificadora del petrolero, por falta de “evidencias suficientes”.
España aún puede presentar un recurso extraordinario frente a la sentencia de un Tribunal de Apelación de Nueva York, que ha echado por tierra la demanda contra la clasificadora del “Prestige”, ABS, a quien nuestro país reclamaba 600 millones por su actuación temeraria en las inspecciones previas al hundimiento del monocasco
La Abogacía del Estado aún no ha reaccionado ante el varapalo que el Reino de España ha recibido del Tribunal de Apelación de Nueva York en relación a la demanda que presentó contra American Bureau of Shipping (ABS), la sociedad clasificadora del “Prestige”, a quien reclamaba 600 millones de euros por su actuación negligente en las inspecciones previas al hundimiento del petrolero frente a las costas gallegas en noviembre de 2002, ocasionando una catástrofe ecológica sin precedentes.
En el fallo, los tres jueces del Tribunal de Apelación de Nueva York coinciden en que “España ha fracasado a la hora de aportar evidencias suficientes para suscitar una disputa genuina de material fáctico”. Añaden que “con las evidencias aquí aportadas, ningún jurado razonable” podría inferir que la clasificadora estadounidense ABS “incumplió su deber de manera imprudente, de forma que sus acciones (en particular, las inspecciones realizada al petrolero de Bahamas en Guangzhou, China, del 2 de abril al 19 de Mayo de 2001, y en Emiratos Árabes Unidos de 15 de mayo al 25 de mayo de 2002) constituyeron una causa directa del accidente”.
No obstante, llama la atención que el tribunal de Nueva York casi no entra a valorar el motivo de la apelación, esto es, si ABS puede tener obligaciones frente a terceros a pesar de no existir una relación contractual, que es lo que reclamaba España como antesala para la celebración de un juicio donde dirimir si la clasificadora actuó de manera temeraria en las ya citadas inspecciones al “Prestige”, lo que provocó que el monocasco con 70.000 toneladas de fuel se abriera en dos frente a nuestras costas. “Llegamos a la conclusión de que no tenemos que resolver la cuestión de si una sociedad de clasificación puede ser considerada responsable de daños a un tercero, como España, por una conducta imprudente en relación con las inspecciones de los barcos”, asegura el tribunal de Nueva York.
MARGEN DE MANIOBRA
Tras esta sentencia, ¿qué margen de maniobra le queda a España en su demanda civil contra el gigante americano ABS? Frente a esta resolución cabe un recurso extraordinario, similar al recurso de casación existente en España. Aunque en este punto se presentan dos interrogantes. El primero, según los expertos consultados, es que sólo el 10 por ciento de estos recursos extraordinarios prosperan en Estados Unidos.
El segundo, que Manuel Rivero, el abogado del Estado que ha llevado el caso del “Prestige”, fichó en junio por la empresa privada, con lo que se ha perdido una valiosa pieza para los intereses españoles. Esto significa que, en la práctica, el nuevo responsable de la demanda contra ABS en la Abogacía del Estado tiene que ponerse al día en un asunto muy complicado desde el punto de vista legal y técnico. Así las cosas, todo parece indicar que la aventura judicial del “Prestige” en EE.UU. toca a su fin.