Aseguran que “no es el momento de aumentar las plantillas fijas” del norte, mientras Coordinadora denuncia “precariedad laboral”.
Empresas llaman a la prudencia a la hora de aumentar las plantillas fijas de estibadores en Bilbao, Santander, Gijón, Avilés y A Coruña. Aseguran que “no es el momento”, con la que está cayendo, mientras el sindicato Coordinadora denuncia “precariedad laboral” e insiste en la necesidad de “adecuar las plantillas a la actividad de esos enclaves”.
En una coyuntura económica difícil para el sector de la estiba, como consecuencia de la fuerte caída de los tráficos tras el estallido de la crisis, las posturas de patronal y sindicatos sobre el tamaño de las plantillas fijas de estibadores están cada vez más alejadas. Las reacciones a un reciente estudio de Coordinadora, que defiende “consolidar plantillas mediante contratos fijos” en los puertos de Bilbao, Santander, A Coruña, Gijón y Avilés para “adecuarlas a la actividad” de esos enclaves, no se han hecho esperar.
Fuentes próximas a la patronal estibadora y consignataria Anesco, que preside Carlos Larrañaga, hicieron un llamamiento a la prudencia y apuntaron que “el actual escenario de incertidumbre económica no invita precisamente al optimismo”. Los mismos interlocutores manifestaron, incluso, que creen que “no se dan los porcentajes necesarios para incrementar las plantillas”, aunque avanzaron que todos estos temas se abordarían en una próxima Comisión Paritaria, que, al cierre de esta edición, no se había convocado. Estibadoras consultadas por este periódico que operan en estos puertos son de la misma opinión.
“No es el momento adecuado para aumentar las plantillas de las sociedades de estiba”. Empresarios del sector, en este sentido, subrayaron que “el consumo español continúa débil” y recordaron que “el reciente desplome de la actividad, como consecuencia del brusco descenso de los tráficos, disparó los costes de las estibadoras”, lo que obligó, en algunos casos, a poner encima de la mesa expedientes de regulación de empleo. Las empresas, que en definitiva son las que se juegan su dinero en los puertos y tienen que hacer frente a las pérdidas ocasionadas en las sociedades de estiba, temen que la situación podría volver a repetirse en cualquier momento, por lo que prefieren ser prudentes.
El sindicato Coordinadora, por el contrario, denuncia que las plantillas de estibadores en los puertos de Galicia, Asturias, País Vasco y Cantabria están nutridas en más del 25 por ciento por personal eventual, una realidad que “no está justificada” por la cantidad de actividad portuaria. Así se recoge en un informe del sindicato, presentado los días 10 y 11 de abril en Vizcaya.
Al encuentro asistió el líder del sindicato, Antolín Goya, que hizo hincapié en que “la Ley de Puertos regula que la plantilla permanente de estibadores tiene que estar adecuada a la actividad de cada puerto”, algo que, en su opinión, “no está ocurriendo en esos puertos, donde los contratos precarios tienen cada vez más peso”. Goya advirtió que “el sistema portuario necesita, para mantener su competitividad, trabajadores con contratos estables y un alto nivel de formación permanente que les capacite para realizar la labor en condiciones óptimas de seguridad y eficacia”.
Además, el líder de Coordinadora insistió en que “tenemos que buscar medidas para garantizar el ingreso de estibadores fijos porque, además, excepto Bilbao, hay muchos trabajadores de Galicia, Asturias y Cantabria cercanos a la jubilación y la realidad es que la actividad económica en estos enclaves está creciendo”. Los datos facilitados por Coordinadora no dejan lugar a dudas.
El tráfico en el conjunto de los puertos del norte en los que la organización tiene representación -Bilbao, Santander, Gijón, Avilés y A Coruñaaumentó más de un 12 por ciento entre los años 2009 y 2011. En el mismo período, no obstante, la plantilla fija disminuyó en un 11,26 por ciento, mientras que el porcentaje de eventuales en estos mismos puertos es del 27,46 por ciento. Sin embargo, no es menos cierto que si la comparación se realiza con 2008, el tráfico en estos enclaves registró un descenso superior al 11 por ciento (ver gráfico adjunto). Es decir, a excepción de Avilés, con un aumento del 4 por ciento, las citadas dársenas aún no han alcanzado los niveles previos a la crisis económica.