Esta crisis pone de manifiesto que aquellos con una situación fiscal débil están en una situación más precaria y necesitan a los demás para que les ayuden a salir del pozo
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno ha afirmado, en el emblemático 1 de mayo, que “no está previsto hacer ningún tipo de ajuste en materia del sector público”. Dícese de estupor, que es una ausencia de respuesta profunda, de la que solo se sale mediante estímulos muy intensos. El coma, por contra, es un estado de completa falta de respuesta, de la que la persona afectada no puede despertarse.
Caída prevista del PIB superior al 9 por ciento, déficit público por encima del 9 por ciento del PIB, deuda pública próxima al 130 por ciento, paro superando el 20 por ciento, más de un millón de trabajadores en ERTEs, caídas de actividad en el sector privado cercanas al 60 por ciento, pandemia y crisis económica global que afectará a nuestra actividad exportadora… ¿No son suficientes estímulos ministra, para salir del estupor que les ha causado el Covid-19? Me temo que la respuesta esté en el coma profundo y que una situación tan excepcional no es suficiente estímulo para salir del mismo y reaccionar, no contra las empresas y sí a favor de ellas, para que se queden en el camino el menor número posible.
Ayuda entender, para salir del coma y el estupor, que los trabajadores del sector privado están viendo reducidos sus sueldos en un 30%, que los sectores como la logística, por muy esenciales e imprescindibles que sean, necesitan políticas valientes y decididas del Gobierno y que todos, necesitamos un sector público más eficiente, en donde se elimine el gasto no esencial.
Esto no va de ideologías ni de sector público o privado, esto va de arrimar el hombro y de no estigmatizar a unos para obtener rédito electoral en otros.
Predicar con el ejemplo siempre es muy recomendable y si tanto les gusta compararse con otros países, fíjense en los que lo han hecho bien y copien, algunos gobiernos se han reducido el 20 por ciento sus sueldos.
Esta crisis pone de manifiesto que aquellos con una situación fiscal débil están en una situación más precaria y necesitan a los demás para que les ayuden a salir del pozo. Pero no se puede pedir mutualizar los riesgos, sin rigor y seriedad y las manifestaciones de la portavoz el primero de mayo son de todo, menos serias y rigurosas. La seriedad y el rigor es el último refugio para los superficiales.
Gonzalo Sanz
gonzalosanzfernandez@gmail.com