El CASS-Import de Iata resta capacidad de negociación y beneficia exclusivamente a las aerolíneas, según la federación.
Feteia rechaza la creación de un sistema centralizado de pago a las aerolíneas (CASS) para la importación, que ya se aplica desde hace años a la exportación. Para la federación, la medida, promovida por Iata, resta a las transitarias capacidad de negociación con las compañías de handling. Además, podría contravenir las leyes de la competencia
La federación española de transitarios Feteia rechaza aplicar el denominado CASS (Cargo Accounts Settlement Systems) para la mercancía de importación que quiere implantar la asociación internacional de aerolíneas Iata. El CASS es un sistema centralizado de pago de fletes a las aerolíneas o sus GSAs por parte de las empresas transitarias. A través del CASS, las aerolíneas pasan una única liquidación de los servicios que han prestado a las transitarias, que hacen también un abono único. El sistema funciona desde hace años para la exportación e Iata pretende extenderlo también para la carga de importación. Más del 95 por ciento de la mercancía que se transporta en avión se paga en origen, con lo que el transitario utiliza mayoritariamente el CASS de exportación.
En el caso del sistema para importación, se abonarían los pocos casos que hay de pago del transporte en destino y principalmente los servicios de asistencia en tierra, que no desarrollan directamente las aerolíneas, sino las compañías de handling. Ello supondría, con la aplicación del sistema, que las liquidaciones de estos servicios se harían de forma centralizada, a través de una oficina del CASS, y no como actualmente, individualmente entre cada transitario y operador de handling. Para Feteia, el sistema “únicamente tiene ventajas para las aerolíneas o las compañías de handling”.
Los transitarios no obtienen ningún beneficio, “todo lo contrario”, aseguran fuentes de la federación. Con la implantación del CASS a la importación “perdemos la capacidad de negociación bilateral con las compañías de handling”. “Nos dejan sin opciones para negociar, por ejemplo, plazos o formas de pago con lo que, en la práctica, supone que no puedes acordar condiciones diferentes con proveedores distintos”. En el caso de problemas o reclamaciones, “los resolvemos ahora con la compañía de handling de forma directa y rápida, lo que no sucedería con el CASS”.
Además, la aplicación del sistema a la importación puede suponer “contravenir las leyes europeas de la libre competencia”, alertaron estas fuentes. Iata argumenta las bondades del sistema centralizado de pagos en que simplifica las liquidaciones de fletes entre compañías aéreas y agentes de carga, ahorrando a ambos costes y tareas administrativas. Para los transitarios, el sistema en realidad “sólo beneficia a las compañías aéreas porque tienen garantizado el cobro”, añadieron estas fuentes.
El rechazo a la implantación del CASS a la importación es generalizado. Se oponen la mayoría de las asociaciones transitarias europeas, como se puso de relieve en una reciente reunión entre la organización que las agrupa, Fiata, e Iata. En el encuentro, Fiata pidió formalmente a la asociación de aerolíneas que deje en suspenso la implantación del CASS para la importación, que sí funciona en países como Italia y Reino Unido. En España se ha realizado alguna operación de forma experimental. A través del sistema CASS para la exportación en España, se hacen anualmente 500.000 transacciones por 225 millones de euros.