El operador ferroviario público catalán transporta potasa desde las minas de la multinacional a su nueva concesión en el muelle Álvarez de la Campa del puerto de Barcelona.
Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) inició, la semana pasada, las pruebas de los servicios ferroviarios desde las minas en Súria (Barcelona) de ICL a su nueva terminal en el muelle Álvarez de la Campa del puerto de Barcelona.
Una vez completadas las infraestructuras ferroviarias en los accesos y en el interior de la terminal e incorporadas al Sistema de Gestión de Seguridad y Operativa Ferroviaria del puerto, los trenes han comenzado a realizar pruebas. Inicialmente, se han realizado dos circulaciones, que se irán incrementando gradualmente, informa la Autoridad Portuaria, a través de un comunicado. Además, ICL ha empezado a realizar pruebas de carga de barcos. La compañía prevé que la terminal dedicada a sales potásicas esté plenamente operativa durante el próximo mes de junio.
FGC casi doblará la capacidad para transportar potasas desde las minas de la multinacional al puerto de la capital catalana en dos años. El operador ferroviario público pasará de un parque actual de 73 vagones tolva para este transporte a 139 unidades en 2022. Además de la compra de 66 nuevos vagones, ampliará la capacidad de tracción con cinco nuevas locomotoras. destinadas tanto al transporte de potasas como al servicio de Autometro, sociedad controlada por FGC, que mueve vehículos de la planta de Seat en Martorell (Barcelona) a la dársena para su exportación. FGC invierte unos 44 millones de euros en la nueva maquinaria.
Esta inversión está ligada al contrato que el operador público ha firmado con ICL, por un periodo de 30 años, para dar el servicio ferroviario a la multinacional mineral. Y ello está ligado, a su vez, a la nueva terminal de ICL en el puerto de Barcelona. ICL concentrará en la terminal todos sus tráficos marítimos, que actualmente desvía por los puertos de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y Tarragona.