Fiat Professional, la marca del grupo Fiat Auto especializada en vehículos comerciales ligeros, piensa que sus ventas se reducirán este año un 32 por ciento, pasando de las 15.000 unidades con que cerró 2008 a sólo 10.000 en 2009. José A. Martínez, director de Fiat Professional en España, declaró que la situación de los vendedores de vehículos comerciales ligeros es en estos momentos muy delicada debido a la dramática reducción del volumen de ventas.
En efecto, según datos de la patronal Anfac, las ventas de vehículos comerciales ligeros de menos de 3,5 toneladas se han venido abajo desde el otoño de 2008. En concreto, los datos de matriculación correspondientes al mes de febrero de 2009, los más recientes en el momento de escribir estas líneas, muestran un retroceso del 54,7 por ciento, que es del 48,8 por ciento en el conjunto de los dos primeros meses del año, comparaciones relativas en todos los casos a los mismos períodos de 2008. Se ve pues que estamos aún inmersos en el proceso de contracción, ya que la marcha de febrero muestra un deterioro superior que la del período enero-febrero.
La evolución es negativa en todos los subsegmentos, con caídas en el conjunto de los dos primeros meses del año de entre el 48 y el 49 por ciento en furgonetas y “pick-up” y de nada menos que del 52,1 por ciento en los derivados de turismo. Martínez cree que, en contra de lo que se vaticina desde algunos estamentos, la situación actual del mercado español no remontará después del verano y que los primeros síntomas de mejoría aparecerán algún tiempo después.
Las estimaciones con que trabaja la compañía de Martínez son que en el mercado español de vehículos comerciales ligeros absorberá 106.000 unidades, aproximadamente, durante 2009, lo que supondrá un descenso del 40 por ciento en relación a 2008 y del 60 por ciento respecto a 2007. Buscando algunas de las causas de la repentina y drástica contracción de la demanda española de los vehículos del tipo de los fabricados por Fiat Professional, Martínez se refirió a la difícil situación por que atraviesa el sector de la construcción, la falta de confianza del consumidor y las dificultades para conseguir créditos bancarios.