La naviera, del grupo Grimaldi, incorporará a la línea un buque de mayor tamaño con capacidad para 600 vehículos semanales.
Finnlines afianza el tráfico de vehículos Renault entre los puertos de Bilbao y Amberes. La naviera, del grupo Grimaldi, incorporará a la línea semanal un buque de mayor tamaño con capacidad para unos 600 coches semanales. Este tráfico queda apuntalado con la puesta en marcha de un nuevo servicio de Pecovasa, filial de la pública Renfe
La naviera finlandesa Finnlines, del grupo italiano Grimaldi, afianza el incipiente tráfico de vehículos nuevos de Renault a través de la línea marítima que enlaza los puertos de Bilbao y Amberes (Bélgica), cuyo agente en la dársena vasca es la empresa Consignaciones Toro y Betolaza. El armador prevé incorporar a partir del próximo mes de mayo a este servicio semanal un buque de mayor tamaño, el “Finnbrezze”, con capacidad para embarcar cerca de 600 coches semanales, según avanzó la Autoridad Portuaria de Bilbao a través de un comunicado.
La naviera finlandesa, que preside Uwe Bakosch, espera mover más de 20.000 coches anuales a través de esta línea regular, destacaron a este periódico fuentes de la compañía. Este tráfico de Renault, que supuso el retorno del movimiento de vehículos al puerto de Bilbao, ha quedado apuntalado, además, con la reciente puesta en marcha de un nuevo servicio de Pecovasa, filial de la pública Renfe Mercancías, para CAT España, operador logístico del fabricante francés, que ha empezado a trasladar los coches por tren hasta el enclave bilbaíno. Esta línea, que se suma a la que puso en marcha recientemente con el puerto de Gijón, también para el tráfico de vehículos nuevos de Renault procedentes de sus factorías de Palencia y Valladolid, nace a modo de prueba con una frecuencia semanal.
No obstante, el objetivo es aumentar la rotación y realizar dos servicios semanales e, incluso, no se descarta llegar a tres frecuencias semanales. El primer tren, de 450 metros de longitud y 15 vagones, procedía de la planta de Palencia y transportaba 180 coches. Las operaciones de descarga se realizaron en el muelle Bizkaia del puerto de Bilbao y, posteriormente, los vehículos fueron embarcados por Toro y Betolaza en la línea de la naviera Finnlines con destino al puerto belga de Amberes.