Fomento quiere que Puerto Seco de Madrid se convierta en una sociedad público-privada

El Ministerio, que controla directamente y a través del sistema portuario español el 64% del capital, pretende repetir la experiencia del centro logístico intermodal de Aranjuez.

El Ministerio de Fomento quiere que Puerto Seco de Madrid se convierta en una sociedad de carácter público-privado. El organismo que dirige Ana Pastor, que controla el 64 por ciento del capital de la sociedad, pretende repetir la experiencia del centro logístico intermodal de Aranjuez, participado mayoritariamente por privadas.

El Ministerio de Fomento, en el marco de su política de ajuste del número de empresas públicas que operan en el sector, pretende convertir a Puerto Seco de Madrid, propietaria del puerto seco de Coslada, en una sociedad de carácter público- privado, siguiendo el ejemplo iniciado con el futuro centro logístico intermodal de la localidad madrileña de Aranjuez.

Así se lo ha transmitido a Puertos del Estado, que será el organismo encargado de desarrollar las gestiones oportunas para llevar a buen término este proyecto, según ha podido conocer este periódico de fuentes solventes. El Ministerio de Fomento controla en la actualidad el 64 por ciento del accionariado de Puerto Seco de Madrid, a través de una participación directa del 13 por ciento que heredó de la pública Sepes, y de las participaciones conjuntas del sistema portuario español, es decir, Puertos del Estado y las autoridades portuarias de Algeciras, Barcelona, Bilbao y Valencia, propietarias todas y cada una de ellas de un 10,2 por ciento del accionariado.

El restante 36 por ciento del capital de la sociedad Puerto Seco de Madrid se lo reparten la Comunidad de Madrid, que asumió en 2011 las acciones que hasta ese momento estaban en poder del desaparecido Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) y el ayuntamiento de Coslada, con un 25 y un 11 por ciento, respectivamente. Tanto el Gobierno regional como la corporación local estarían en estos momentos a expensas de la decisión final que tome Fomento, sin que haya trascendido cuál sería su postura en ese momento, si mantener su participación actual o desprenderse de ella.

En todo caso, Fomento aspira a que una o varias compañías privadas asuman el control mayoritario de la sociedad, como ha sucedido en el caso de la terminal de Aranjuez, y capitaneen el desarrollo futuro de las instalaciones. El puerto seco de Coslada inició operaciones en el año 2001 y desde entonces su crecimiento en tráficos ha sido constante. El año pasado superó por primera vez la barrera de los 100.000 TEUs.

El puerto seco, en cifras

Las instalaciones están operativas desde 2001 y el pasado ejercicio registraron un tráfico de 102.300 TEUs, frente a los 70.800 TEUs del año precedente.
El año 2009 ha sido el único en el que el puerto seco no creció en tráficos desde sus orígenes.
La terminal recibe diariamente dos trenes operados por Renfe y otros dos por Continental Rail. Todos ellos cubren el corredor entre Madrid y Valencia. Además, el puerto seco suma otro tráfico regular con carácter semanal entre Tarragona y Madrid que opera Transfesa para Acotral.

Una privatización parcial que apunta a un claro favorito

Todo apunta a que el proceso de apertura del accionariado de la sociedad pública Puerto Seco de Madrid hacia el sector privado partirá de salida con un aparente claro favorito, según han reconocido diversas fuentes del sector consultadas por este periódico. Y ese favorito no es otro queConterail, sociedad que se encarga de explotar el puerto seco de Coslada en régimen de concesión y que los seguirá haciendo al menos hasta el horizonte del año 2020.

Conterail está participada por Noatum con un 50 por ciento, Renfe con un 46 por ciento y Puertos del Estado, que dispone del 4 por ciento. De hecho, ya en su momento trascendió el interés que Conterail mostró en participar en la privatización del centro logístico intermodal de Aranjuez, aunque finalmente desistiera de presentar una oferta formal al considerar que las exigencias del pliego elaborado por Adif no se ajustaban a sus planteamientos. Otra de las compañías que estudió presentar oferta en aquel momento fue Transfesa.