El objetivo es mejorar la gestión con más presencia de la iniciativa privada y reajustar el sistema de estiba, aunque no se descarta un proceso de privatización de las dársenas.
Fomento ha iniciado la vía para reformar en profundidad el modelo portuario en aras de mejorar su competitividad y reducir las carencias y rigideces que lastran su futuro. El objetivo es optimizar la gestión de los puertos con más presencia privada y reajustar la estiba para rebajar costes, aunque no se descarta la privatización
El Ministerio de Fomento acaba de arrancar un proceso de análisis y reflexión del actual modelo portuario en España dentro del Programa Nacional de Reformas de España 2014 que está impulsando el Gobierno de Mariano Rajoy. El objetivo que persigue el departamento que dirige Ana Pastor es la modificación del modelo de gestión del sistema portuario con el objetivo de compatibilizar la actual legislación española con las propuestas normativas que van a venir en los próximos meses de la Unión Europea, reduciendo las rigideces administrativas del modelo vigente, facilitar la financiación de los accesos ferroviarios y viarios a los puertos e incentivar la financiación privada en las dársenas, en el marco del modelo concesional.
Se pretende favorecer la gestión empresarial, mejorar la eficiencia y la adaptación a las necesidades de la demanda en materia de inversiones, evitando las disfunciones de sobreinversiones que ha generado el modelo portuario actual. En la óptica de la reducción de costes, se va a estudiar cómo incrementar la competencia, tanto inter como intraportuaria, para favorecer la reducción de costes y la mejora de la autonomía de los operadores portuarios en la organización de sus factores de producción.
La idea del Gobierno de Rajoy es alcanzar ‘la frontera de la privatización’, ya que no se descarta un proceso de venta de activos portuarios o de externalización de la gestión para al menos, de esa forma, lograr maximizar el ratio de gestión de los organismos portuarios, en concreto en determinadas autoridades portuarias “por inversiones alocadas o ciertos gastos injustificados”.
El Gobierno “va a estudiar, no dice que lo vaya a hacer”, aclaran desde Fomento. El objetivo es reformar el modelo para que la iniciativa privada pueda entrar en la gestión de los puertos, según ha explicado a TRANSPORTE XXI José Llorca, presidente de Puertos del Estado, al tiempo que se niega que la privatización del modelo de gestión esté en la agenda del Gobierno. “Estamos estudiando modificaciones en el modelo de gestión de los puertos y no hay ninguna opción predeterminada. Se están estudiando diferentes opciones del modelo de gestión”, afirma Llorca. Y se están estudiando, entre otras cosas, por diferentes razones como que la Unión Europea está confeccionando un reglamento por el que los puertos europeos podrán fijar libremente sus tarifas y “eso no cuadra con nuestro modelo de gestión, por lo que tendremos que cambiarlo”, advierte Llorca.
Otra de las reformas que está encima de la mesa es la revisión del actual modelo de estiba, en el punto de mira de Europa tras la denuncia efectuada por Competencia. Si el Tribunal de Luxemburgo sentencia a España, Fomento deberá modificar o anular los artículos de la Ley de Puertos que hacen referencia a las sociedades de estiba. Por otro lado, Fomento también estudia la posibilidad de que los puertos aporten recursos al Estado, devolviendo en parte así aquellos recursos que se detrajeron del fondo de contingencia para hacer frente al histórico error tarifario emanado de la Ley de Puertos de 1992.
Los puertos españoles tienen en estos momentos una gran acumulación de fondos propios por lo que “quizás es bueno que haya aportaciones de recursos por parte de los puertos al Estado”, reflexionan fuentes del Ministerio de Fomento. La reforma persigue mejorar las deficiencias que tiene el modelo portuario en aras de aumentar su competitividad en un escenario de ajuste de costes por parte del negocio y en un marco financiero donde Bruselas va a dejar de financiar nuevos proyectos de inversión. Llorca añade que “el Gobierno va a estudiar alternativas de evolución del modelo de gestión, pero no hay decisiones tomadas a priori”.
El proceso será lento y firme, apuntan desde Fomento. Las mismas fuentes explican que “no sabemos si vamos a cambiar el estatuto jurídico de las autoridades portuarias o si puede haber en el futuro una venta por lotes o de algún puerto”. Señalan, en este sentido, que “es un modelo en el que hay descontroles manifiestos y necesitamos una gestión más empresarial”. Los planes de reforma pasan por afianzar las inversiones actuales de la iniciativa privada, potenciando que tanto concesionarios actuales y futuros puedan extender los periodos de concesión hasta 50 años.
Las nuevas concesiones que nazcan en el futuro ya tendrán esta medida, mientras que Puertos del Estado quiere que a través de recortar el precio máximo de las tarifas oficiales se puedan ganar años de concesión para los terminalistas actuales. El futuro abre oportunidades y una cultura más abierta a un modelo innovador en la gestión portuaria, un paso más en la autonomía de las dársenas unida a un mayor peso en las decisiones de los clientes e inversores de los puertos.
La incógnita está abierta. ¿Se mantendrá el actual modelo? ¿Evolucionaremos hacia puertos concesionados a grupos portuarios o a fondos de inversión de dudoso propietario? Fomento pone la primera piedra. El negocio urge medidas y el presidente de Puertos del Estado afirma que “pretendemos sentar las bases del futuro”. matizando que “observamos con preocupación lo que pasa en Brisbane, El Pireo o Sines, pero también lo que sucede en Valencia o Las Palmas”. Llorca explica que “la eficiencia que pueden alcanzar los puertos españoles es mucho mayor a pesar de todos los esfuerzos que estamos haciendo tras haber logrado un trimestre histórico de tráficos con un crecimiento del 4 por ciento”.