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Fomento sigue empeñado en el traslado de Abroñigal, pero estira su fecha de caducidad

Adif renueva el equipamiento de la terminal intermodal madrileña, externaliza servicios a largo plazo y continúa buscando inquilino para la antigua nave de Leche Pascual.

El Ministerio de Fomento sigue empeñado en el traslado del centro logístico de Madrid-Abroñigal, aunque continúe estirando su fecha de caducidad. De hecho, Adif va a renovar el equipamiento de la terminal madrileña, ha externalizado servicios a largo plazo y continúa buscando inquilino para la antigua nave de Leche Pascual

El Ministerio de Fomento mantiene la idea de acometer el traslado de la operativa de la terminal intermodal de Abroñigal hacia el antiguo centro de clasificación de Vicálvaro, según ha podido confirmar este periódico en fuentes del organismo. Si bien, la hoja de ruta para que se lleve adelante este trasvase continúa siendo una incógnita. El equipo de Ana Pastor ve con buenos ojos la senda marcada en este sentido por sus predecesores, una vez que se han volatilizado alternativas como la que lideraba el Ejecutivo regional a través de su nonato Plan de Infraestructuras Logísticas de Madrid, que contemplaba la construcción de un by-pass ferroviario y una macroterminal intermodal en Arganda del Rey. Fomento mantiene hasta ahora el proyecto de Vicálvaro en fase de estudio, con vistas a convertirlo una vez ejecutado en “en el gran centro logístico ferroviario del centro peninsular”.

En el hecho de que se siga estirando la fecha de caducidad de una terminal que se encuentra ubicada en pleno corazón del casco urbano, con los inconvenientes que esto comporta, se mezclan varios motivos. El pinchazo de la ‘burbuja inmobiliaria’ no es el menor de ellos, según fuentes del sector, ya que los terrenos con los que cuenta la pública Adif (23 hectáreas) llegaron a valorarse en su momento por encima de los 400 millones de euros. Las citadas fuentes consideran que la crisis y el parón del mercado inmobiliario desaconsejan acometer una posible venta en este contexto. Además, los tráficos ferroviarios de mercancías siguen sin despegar, lo que permite seguir manteniendo un colchón temporal para afrontar el traslado. Sumémosle que Vicálvaro requiere una serie de inversiones para acondicionar su infraestructura y dotarla de los medios necesarios para atender el tráfico de contenedores que actualmente asume Abroñigal. Entre estas obras de acondicionamiento se incluirían un cambio de los actuales haces de vías, la preparación de campas adaptadas al movimiento de contenedores, la puesta en marcha de naves auxiliares, etc.

EXTERNALIZACIÓN
En este sentido, desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) continúan trabajando como si la ‘espada de Damocles’ del traslado de Abroñigal no fuese a caer, al menos en el curso de la presente década. Por este motivo, los responsables de la pública siguen adelante con su política de externalización de servicios en el centro logístico madrileño. Así hace unos meses, Adif adjudicaba a Joirsa Obras y Servicios el servicio de alquiler de tres grúas móviles, incluido el mantenimiento integral, manipulación de UTIs, mantenimiento integral de tres grúas pórtico y mantenimiento preventivo y correctivo de una grúa móvil, por un importe de 5,26 millones de euros. Además, se adjudicaba paralelamente a la empresa Eulen Servicios Especiales el servicio de maniobras ferroviarias en Abroñigal y Vicálvaro e instalaciones técnicas de su ámbito de influencia por 5,19 millones de euros.

Desde Eulen aseguran que las tareas a realizar por su personal serán, entre otras, “las de trabajos de enganche-desenganche, acompañamiento de maniobras y movimiento de material ferroviario, formación y descomposición de trenes, así como el control, reposición, almacenaje y gestión de las dotaciones reglamentarias de las UTIs”. Para Eulen Servicios Especiales se trata de un contrato “novedoso” en el marco de su habitual agenda de servicios. Por otro lado, en otra manifestación clara de que el traslado de Abroñigal no se contempla en el corto plazo, el Adif tiene previsto invertir medio millón de euros en la renovación en el curso de los próximos doce meses de dos grúas pórtico Paceco operativas en Abroñigal. A su vez, la pública sigue inmersa en el proceso de comercialización de la antigua nave logística de Leche Pascual ubicada en el recinto de la terminal, abandonada por la alimentaria hace ahora cuatro años.

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