Navistar International y Ford han acordado reestructurar sus relaciones en el frente de los motores Diesel y ponen fin así a la denuncia que la primera formuló sobre la segunda, a la que acusaba de incumplimiento del acuerdo existente entre ambas para el suministro de motores a la gama F de camionetas de Ford y de estar desarrollando un nuevo motor Diesel de 4,4 litros propio para el F-150 que incumplía las cláusulas del mencionado acuerdo.
De esta manera y como es habitual en Estados Unidos, el juicio no llegará a celebrarse, al haber alcanzado un acuerdo entre las partes por el que Ford indemnizará a Navistar con una cantidad de dinero que no se ha hecho pública y Navistar concluirá el suministro de aquellos motores Diesel a finales de 2009. Se acaba así con una relación entre ambas marcas que duraba ya 30 años.
El acuerdo alcanzado incluye la retirada de todas las denuncias interpuestas por cada compañía contra la contraria y el compromiso de seguir colaborando en distintos frentes, incluyendo la sociedad conjunta Blue Diamond que ambas empresas crearon en 2001 para fabricar las gamas de tonelaje medio F-650 y F-750, propulsadas por los motores PowerStroke de Navistar y también de mantener el suministro de motores Diesel Navistar a Ford en Suramérica.
Una consecuencia negativa del acuerdo es que Navistar se verá obligada a cerrar a finales de julio la fundición y la fábrica de motores que tenía en Indianápolis, lo que supondrá el despido de 700 personas. Navistar busca ahora nuevos clientes y mercados con que cubrir la falta del acuerdo de suministro de motores a Ford.