El productor se convierte en usuario regular de la autopista ferroviaria de VIIA para exportar al mercado centroeuropeo y proyecta llegar al norte de Europa.
Grupo Freixenet se ha convertido en usuario regular de la autopista ferroviaria de VIIA entre Le Boulou, junto a la frontera española, y Bettembourg (Luxemburgo) para sus exportaciones de cava al mercado centroeuropeo, que realizaba exclusivamente por carretera con anterioridad.
El año pasado, el productor de vinos espumosos comenzó a utilizar regularmente esta autopista ferroviaria con los semirremolques de la empresa de transportes leridana Serveto para llegar a diferentes destinos en Alemania. Posteriormente, amplió la cobertura intermodal sumando el mercado polaco a través de la conexión ferroviaria de VIIA entre Bettembourg y Poznan (Polonia). Y para ello utiliza otros proveedores de transporte como el polaco Erontrans.
El cargador no se ha quedado aquí en su apuesta intermodal. Ha sumado el mercado belga este año. Y, al cierre de esta edición, preveía extender la intermodalidad a un nuevo destino en el norte de Europa, Suecia. El ferrocarril ya ha alcanzado una cuota del 20 por ciento en el total de las exportaciones de Freixenet a Alemania. Un peso que “vamos a seguir incrementando con los nuevos destinos”, señala Cristina Durán, responsable de Logística del Grupo Freixenet.
La utilización regular del tren para sus exportaciones difícilmente hubiera sido una realidad sin el éxito de la prueba piloto que Freixenet realizó en 2021, en alianza con el Clúster Ferroviari In-Move by Rail Group, presidido por Cimalsa, el Clúster Vitivinícola Català y otras entidades. Se trató del “primer paso que nos dio la visión al mundo intermodal”, añade la directiva.
El productor de origen catalán no solo utiliza el tren en su apuesta por la intermodalidad: “Nuestras importaciones desde Italia, principalmente prosecco de alta calidad y vinos tranquilos, suben al barco en vez de seguir por carretera para conseguir poner menos camiones en ruta”.
Además de la intermodalidad, Freixenet tiene en marcha otras iniciativas para reducir la huella ambiental en la operativa de transporte como la utilización de camiones alimentados por combustibles alternativos entre Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), donde tiene el centro de producción, y Madrid. Una iniciativa que desarrolla en alianza con Serveto y Repsol: “Ya lo empleamos en el 50 por ciento de nuestros envíos a Madrid y estamos estudiando utilizar este combustible en nuevas rutas”.
Freixenet destina el 85 por ciento de su producción a la exportación, siendo sus principales mercados Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, entre otros.