El principal accionista de Hapag Lloyd, el consorcio Albert Ballin, se ha hecho eco de que las conversaciones con Hamburg Süd están suspendidas a petición de la familia propietaria, los Oetker. “La principal razón es que las dos partes no lograban ponerse de acuerdo en la creación de una estructura nueva que representase los intereses de ambas partes”, señala en un comunicado.
La nueva compañía en ciernes tendría más de 60 buques y sería la cuarta naviera más grande del mundo, estando en disposición de competir con Maersk Line, MSC y CMA CGM. Las conversaciones arrancaron en noviembre, pero no han ido a ningún lado. El magnate Klaus Michael Kuehne, accionista de Ballin, dijo que cualquier acuerdo debía suponer un equilibrio entre iguales.
Pero Hamburg Süd estaba pugnando por ser el accionista de referencia debido a su bajo apalancamiento en comparación con Hapag, que debe 1.800 millones de euros y tuvo pérdidas de 128 millones en 2012. Kuehne contemplaba que Hamburg Süd tuviera el 40 por ciento de las acciones.
Hapag Lloyd necesita adquirir musculatura, y podría hacerlo vía ampliación de capital. “Con o sin Hamburg Süd esta operación se va a realizar”, aseguró Kuehne, que también habló de la posibilidad de hacerse con una naviera asiática, teniendo NOL bastantes papeletas.