En el caso de la sueca Scania este descenso se cifra en un 29% entre enero y marzo.
En el sector está empezando a notarse una creciente preocupación por la caída registrada en las carteras de pedidos de los principales constructores europeos de camiones. Esta caída se cifra en el caso de Scania en un 29 por ciento durante el primer trimestre de 2008 con respecto al mismo período del año previo
Leif Östling, presidente ejecutivo de Scania, reconoció recientemente ese hecho pero trató de quitarle importancia explicando que en el primer trimestre de 2007 se produjo una entrada masiva de pedidos. Igualmente, Leif Johansson, presidente ejecutivo del grupo Volvo AB, reconoció ese frenazo en la entrada de pedidos, que en su caso es del 40 por ciento, pero también intentó quitar filo al asunto alegando que la cifra de 2007 era irreal y sólo fruto de un comportamiento casi histérico del mercado que había llevado a los concesionarios, ante el aumento de los plazos de entrega, a pedir camiones por adelantado sin tener certeza de que realmente fueran a venderlos.
Preguntados sobre si no sería que el mercado se estaba empezando a resentir de la crisis financiera e inmobiliaria desencadenada en EEUU pero que muchos temen que se está empezando a extender a Europa, ambos coincidieron en la respuesta alegando que no pensaban que fuera así, ya que no se apreciaban cancelaciones de pedidos ya formulados y ni siquiera reducciones del número de camiones solicitados. Por su parte, Östling subrayó que en la actualidad Scania tenía unos plazos de entrega de entre 9 meses y un año, cuando la situación normal debería ser de 3 a 4 meses.
Además, Östling añadió que su compañía había empezado a detectar síntomas de que los bancos podrían empezar a ser más reticentes en la concesión de préstamos a los transportistas para la compra de camiones nuevos pero que él no pensaba que eso pudiera reflejarse en la evolución de la demanda hasta 2009 por lo menos. Hay quien cree que si prosigue la caída de los pedidos en el mercado europeo de camiones, incluso la alemana Volkswagen podría replantearse su proyecto de unir sus actividades de fabricación de vehículos industriales con las de Scania y las de la germana MAN, tesis que parece reforzarse por el anuncio reciente de que Östling continuará al frente de Scania por otros tres años, hasta 2012.