Las dos entidades de la Generalitat de Cataluña que gestionan suelo público, el Institut Català del Sòl (Incasòl) y Cimalsa, no se fusionarán como estaba previsto inicialmente, según ha confirmado Isidre Gavín, director general de Cimalsa, a este periódico. La operación será una ‘fusión fría’ en la que Cimalsa, especializada en la promoción de centros de transporte y plataformas logísticas, mantendrá su estructura jurídica de sociedad mercantil.
Y preservar esta estructura facilita a la empresa pública desarrollar proyectos con la iniciativa privada, como el previsto en la terminal intermodal de Gerona. Las participaciones de Cimalsa, cuyo único accionista es la Generalitat, se traspasarán al Incasòl, ente que se rige por el derecho público especializado en la promoción de suelo industrial y residencial. La fusión por absorción de Cimalsa en el Incasòl se ha descartado por los costes financieros de la operación, “entre tres y cuatro millones de euros como mínimo”.
La fórmula elegida “tiene todas las ventajas de la fusión, es igual de eficiente, pero sin sus costes”, añade Isidre Gavín. Cimalsa mantendrá su actividad específica. Aunque la integración no se ha producido legalmente, ya está en marcha tanto físicamente, Cimalsa se trasladó a las instalaciones del Incasòl en septiembre, como operativamente.